Mente ordinaria
Inventa, se ilusiona, la perfección es su pasión y aunque no la alcanza se rinde ante la imperfección de su realidad. Se consuela sabedora que tal imperfección le dará ocupación. Cae incesante en una lucha de poderes Y aunque su enemigo se muestra lucido y transparente no sabe como acallarlo. Sabe que va perdiendo la batalla, el terror de perder la paraliza Una angelical sonrisa surge de las profundidades y la recibe con vehemente amor. Es el corazón que suavemente exhala: -para, simplemente para. Ambos somos el poder, ambos somos la magia, ambos poseemos el misterio, perdámonos abrazados de la mano de Dios. Entonces la mente ordinaria se vuelve extraordinaria.