Mente ordinaria
Inventa, se ilusiona,
la perfección es su pasión
y aunque no la
alcanza
se rinde ante la imperfección
de su realidad.
Se consuela sabedora
que tal imperfección
le dará ocupación.
Cae incesante en una lucha
de poderes
Y aunque su enemigo
se muestra lucido y transparente
no sabe como acallarlo.
Sabe que va perdiendo la batalla,
el terror de perder la paraliza
Una angelical sonrisa
surge de las profundidades
y la recibe con vehemente amor.
Es el corazón que suavemente exhala:
-para, simplemente
para.
Ambos somos el poder,
ambos somos la magia,
ambos poseemos el misterio,
perdámonos abrazados de la mano de Dios.
Entonces la mente ordinaria
se vuelve extraordinaria.
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