Consuelo Barragán Flores

La serenidad no tiene rostro, se manifiesta cuando menos lo esperas y no precisamente en ti, muchas veces frente a ti cuando todo mundo corre, se abalanza, camina, deambula. Aun cuando la serenidad me habita, me prueba una y otra vez… expresión que ha salido de la  inconsciencia  y así quiero dejarla, “ me prueba” . La realidad es que…ella no me prueba, soy yo quien la pierde o la recupera o quizá debiera decir; soy más consiente de mí . De niña miraba el correr de la vida, la urgencia, la premura e incluso fui parte de ella, del ajetreado ritmo de vida bajo los clásicos; rápido, apúrate, ya, que esperas...agobios que ahora sé que lesionan cuerpo , mente y alma . De hecho jamás he sido ágil, pero ese no es el punto, el punto es como; aun hoy en día, el ritmo de vida continua  acelerándose  y elevándose a niveles impresionantes y si antes corría o creía correr pues creo que ahora me he vuelto tremendamente lenta. A mas de cinco décadas de haber, vivido las premuras del tiempo

Oro porque cada amanecer sea capaz de gozarme

Religiosamente estoy alerta de mi espíritu

No es paciencia lo que encontré, es sabiduría lo que descubrí!

La ira y la calmada observación son dos fenómenos distintos.  Cuando la calmada observación entra en contacto con la ira, cambia su energía, su composición misma y el calor se transforma en luz.  Ese es el cambio: ¡el calor se convierte en luz!  Entonces, la ira, ni es devuelta a su origen que no puede contenerla porque ya está desbordada, ni es devuelta hacia el objeto desperdiciándola en un absoluto despilfarro. Entonces esa energía no se dirige hacia el exterior, hacia el objeto de la ira, ni es reprimida hacia su origen.  Con la observación, esta energía es difuminada.  Se difunde hacia la periferia de tu cuerpo como luz.  Cuando se difunde, se desplaza como luz y la misma ira se convierte en oyas ; la misma ira se convierte en luz, una luz interna. Cuando me detuve a  observarme , todo en mí se transformó.

En todo momento eres libre para elegir.  Puedes escoger la espiritualidad en todo momento o puedes escoger los viejos hábitos. Permanecer con los viejos hábitos es fácil los conoces, has vivido con ellos no hay nada de novedoso. Con lo nuevo entras en lo desconocido, en la oscuridad, en la luz.  Has de aprender de nuevo por eso una persona que se está moviendo en libertad ha de ser un aprendiz a cada instante y no puede confiar en el pasado, el pasado no le servirá de ayuda. Debí quedarme entre penumbras para derrumbar antiguos hábitos y abrir paso a una nueva luz.

Nos basamos en el pasado solamente porque el pasado nos sirvió de ayuda en una ocasión, nos aferramos a él y a los hábitos aprendidos, es es el mecanismo de la mente interior. Cuando conoces algo no tienes por qué preocuparte la parte mecánica seguirá haciéndolo y esa es la comodidad a la que te aferras por eso no sueltas antiguos hábitos. Soltar antiguos hábitos me exigió templanza y constancia para no claudicar y aprender a vivir el instante.

Trabajar para otros ,  generar tu propio empleo  o  trabajar en ti  son situaciones totalmente equidistantes, apasionantes, abrumantes. Situaciones que afortunadamente he vivido, experimentado y sentido. Cuando uno escribe o habla acerca del significado del  trabajar  es por el tremendo impacto que causa en cada átomo de mi vida. Desde que tengo uso de razón trabajar para otros fue mi razón de ser, es más el trabajo era casi sagrado, así se comulgaba en casa por allá de los sesentas y admiro tan nobles sentimientos de nobleza fincados en mi corazón, nobleza que  realmente vale la pena atesorar. El trabajar para otros se convirtió casi en mi esencia y digo casi porque de no haber sido por tan maravilloso corazón que siempre renegaba me hubiese quedado atrapada en creer que el trabajo es sagrado y eso sí que no lo hubiese permitido este corazón. El trabajo será sagrado para unos, pero para mí ya no lo es, lo escribo y afirmo como tal debido a tan exquisita conciencia que se va ex

Amo profundamente tan “divinas almas”  que siempre han acompañado las locuras de esta mujer. A sí  fueron mis primeros intentos de trabajo independiente por  allá  del dos mil cinco.

Atesoro uno a uno de mis  intentos por autoemplearme. Todos han enriquecido alma y espíritu para engrandecer mi visión

El internet es un medio que aprovecho para adquirir conocimiento, habilitarme en la tecnología y socializar y del socializar escribiré. Pasar del interactuar presencial al virtual ha sido una verdadera lección de vida. Socializar me lleva a un darme cuenta del carácter, de la personalidad que me define exteriormente. Personalidad y carácter moldeados por décadas...ahora soy mi propia artesana  moldeando, reconstituyendo, edificando, limpiando mi interior. Reconstituyo personalidad y carácter para desvanecerlos, eliminarlos, fulminarlos. Soy tan consiente de lo que digo y hago que doy por hecho que solo así tocare la esencia profunda de lo que me habita. Tengo la responsabilidad de derrumbar capas y capas de personalidad y carácter fincadas a lo largo de muchas vidas. Capas que fueron recubriendo mi Ser, mi realidad y hacerlo es increíble. Faena que requiere de una poderosa voluntad para no claudicar en el intento y el socializar es uno de tantos medios de los que me valgo para mir

La semilla de la verdad esta en hombres y mujeres, esta en todas las cosas. El verdadero trabajo espiritual no consiste en sembrar la verdad, sino en preparar la estación propicia para que ella pueda manifestarse.

Un corazón comprensivo esta siempre en paz, aunque medio mundo este en guerra.