Fenómenos distintos
La ira y la calmada observación son
dos fenómenos distintos. Cuando la
calmada observación entra en contacto con la ira, cambia su energía, su
composición misma y el calor se transforma en luz. Ese es el cambio: ¡el calor se convierte en
luz! Entonces, la ira, ni es devuelta a
su origen que no puede contenerla porque ya está desbordada, ni es devuelta hacia
el objeto desperdiciándola en un absoluto despilfarro. Entonces esa energía no
se dirige hacia el exterior, hacia el objeto de la ira, ni es reprimida hacia
su origen. Con la observación, esta
energía es difuminada. Se difunde hacia
la periferia de tu cuerpo como luz.
Cuando se difunde, se desplaza como luz y la misma ira se convierte en oyas; la misma ira se convierte en luz,
una luz interna.
Cuando
me detuve a observarme, todo en mí se transformó.
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