Consuelo Barragán Flores

Heme aquí con mis nenenquerias quejándome, reprochando, evadiendo debería ser el departamento de quejas y soluciones, aunque debo apuntar que si bien me asaltan las nenenquerias soy experta en solucionarlas. Si de algo he de vanagloriarme es de saberme capaz de solucionar todo aquello que me aqueja. De que lo soluciono, lo soluciono y quedo satisfecha. Buen intento de entrada. “Nenenquerias” no se de donde proviene la palabra, pero sí sé que es usada para denotar "evasión" "ego" "yo" o "negación" tal vez me equivoque con tal argumentación, pero deseo narrar unas horas de mi vida sumergida en una actividad comercial abrumante, en un contexto acelerado, urgido y demandante situación que sugirió a esta mente el título de este escrito " nenencona" . La vida siempre me recuerda lo que debo solucionar cuando me siento abrumada, cansada o quejumbrosa. Y lo que no debo permitir a esta mujer es ser nenencona cuando la vida me demanda centrarme

La felicidad y el sufrimiento dependen de la mente y, por lo tanto, quienes lo saben buscan la felicidad en la propia mente. Como comprenden que las causas de la felicidad están dentro de nosotros, no confían en las fuentes externas. Si entendemos esto, aunque nos enfrentemos a problemas provocados por otros seres o por una causa física, éstos no conseguirán herirnos porque la fuerza mental purificada estará con nosotros.

En su estado puro, la mente es apacible. Si aprendemos a evitar preocupaciones y tensiones innecesarias, damos a la alegría la posibilidad de brillar, todo depende de nuestra mente.  

El titulo recién surgió, caminando cerca de casa, como surgen la totalidad de los títulos que voy dejando en este blog. En el instante que el título se prendió de mi mente automáticamente me dije; - es lo que sigue, es lo que debo escribir - Cual chispazo de vitalidad el título me dijo mi verdad, me coloco en el banquillo de los acusados para apuntar lo que se esconde en mis cavernas, lo que no quiero reconocer, lo que me avergüenza decir. Lo que menos deseo es ir por ahí dejando testimonios de purificación, sanación o espiritualidad y que muy dentro de mi anide la traición sería un reverendo ocultamiento de lo más putrefacto dentro de mí, me horroriza y pone temblar mi corazón por haber sido tan, pero tan malvada en el pasado. Esto no es una práctica, reconocimiento, evidencia o valentía para poner en contexto lo que un día hice con otra alma; traicioné y estuve a punto de volver a replicar tan densa conducta en casa. Gracias a Dios no lo hice . Escuchar este título en mi cabeza para

La bondad que recibo de Dios es tan nítida y celestial que siento cuando me toca sublimemente para decirme lo que ha de seguir me encuentre donde me encuentre. Valió la pena la cantidad de esfuerzos que hice y continúo haciendo para estar bien y de buenas, saneándome incesantemente.

Imperturbable e inagotable es la energía que emana este corazón para hacer con este cuerpo, mente y alma lo que demanda mi destino. Tan claro es mi cometido cual agua cristalina que en el momento que se enturbia mi vida por alguna razón automáticamente hago una limpieza espiritual y continuo con mi ritmo de vida.

  Liderar lo que hago no es una cuestión de moda es un hecho que va más allá de lo material -es una cuestión espiritual- . Haga lo que haga lidero mi vida a base de voluntad e inteligencia. Voluntad porque mis actos surgen por pura convicción mas no puedo decir lo mismo de inteligencia porque me cuesta, me cuesta enormemente trabajar cerebralmente, la pesadez, el sueño o la evasión son mis principales obstáculos a vencer, heme aquí intentando armonizar, sintonizar y dar contexto inteligente a mis letras. Desarrollar micro conexiones neuronales es el foco que lidero, pasito a pasito, hoy en día. Me he propuesto fortalecer tan grandioso órgano que se aloja en mi cabeza y sabedora que forjo a hierro lo que me propongo sé que lo lograre. Un Ángel cercano a mí siempre, siempre me está llevando a mirar mis errores, extravíos o falta de concentración casi podría afirmar que gracias ello mi cerebro entra en mayor observación y análisis. Cuesta, claro que cuesta desarrollar capacidades intelect