Consuelo Barragán Flores

Estoy contenta…sencillamente estoy contenta porque he destrabado una pieza más del embrollo terrenal que mira mi existencia.

No solo revivo ante catástrofes también revivo diariamente, cuando languidece cuerpo y corazón. Revivir es como una proeza, una proeza que al echarla andar brotan fuerzas de lo más recóndito de alma y corazón. Cantidad de veces la negación parece ganar pero justo cuando parece que va a ganar un fuerte impulso me envia mi fuente, mi fuente de energía inspirándome a continuar. Tardo… claro que tardo en revivir pero el tiempo que tardo en recuperarme no se compara con el tiempo que dura la dicha brotando por mis poros. Y no por ser dichosa significa que no experimente cansancio o languidez claro que me sucede pero me sucede más revivir la alegría de vivir.

Quietud es mirar este espíritu deleitándose de serenidad en este cuerpo donde habita. Quietud es como libertad para expandirse y expandirse por doquier!

Martes trece del dos mil dieciocho un avasallante día que experimento este espíritu. Avasallante porque me sumergí en un sinfín de sensaciones empujándome a la ejecución de objetivos, entre ellos publicar bebemetrico. Bebemétrico surgió por allá de diciembre del dos mil diecisiete, una propuesta que mi hijo me hizo para llevar a una nueva etapa a Crece Bebe. Una idea que seguí al pie de la letra imaginando, diseñando y delineando la ruta a seguir para dar vida a una aportación que me estaba proponiendo un ser amado. Dos meses requerí para concretar la arquitectura de un nombre y fue justo ayer martes trece cuando compartí el proyecto. Actos de este tipo engrandece mis habilidades porque tomé conciencia de mis capacidades además me percate de lo bien que se siente refrescar lo que uno hace con nuevas ideas lo cual me hace feliz. Al trazar un ruta para hacer realizad una idea se expandió mi visión ahora solo es cuestión de constancia, innovación y confianza en mí para lograr el com

Ahora mismo mis batallas no son extenuantes más bien son reprogramantes, porque por cada negación que brota de la mente, el corazón resetea toda contaminación para seguir adelante. 

Sucedió un 29 de enero del 2018 y eso ya  es historia, hoy es 6 de febrero y aunque muchas veces me niego hacer públicos mis sucesos etéreos, el corazón demanda dejar evidencia del cómo es vivir a Dios . Cerré enero con tremendos impactos al alma y vivo febrero con poderosos resurgimientos espirituales, si en mi comunión espiritual ya hablaba de esta esencia y como es Dios para mi, hoy esta esencia es espiritual y es tal la transformación que siento el espectro de lo que soy, del como soy y hacia donde voy.