Revivir

No solo revivo ante catástrofes
también revivo diariamente,
cuando languidece cuerpo y corazón.
Revivir es como una proeza,
una proeza que al echarla andar
brotan fuerzas de lo más recóndito
de alma y corazón.
Cantidad de veces la negación parece ganar
pero justo cuando parece que va a ganar
un fuerte impulso me envia mi fuente,
mi fuente de energía inspirándome
a continuar.
Tardo… claro que tardo en revivir
pero el tiempo que tardo en recuperarme
no se compara con el tiempo
que dura la dicha brotando por mis poros.
Y no por ser dichosa significa
que no experimente cansancio o languidez
claro que me sucede pero me sucede más revivir
la alegría de vivir.


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