Consuelo Barragán Flores

Concluye agosto, concluyen increíbles experiencias vividas a lo largo de tan poderoso, vasto e increíble octavo mes. Poderoso porque segundo a segundo manifestó a esta mujer cuan irradiante, impactante y hasta alucinante llega a ser el poder que uno se labra por pura iniciativa, a pleno pulmón, con plena convicción. Poseer poder, es poseer capacidad cerebral, luz espiritual y vehemente corazón para irradiar frecuencias celestiales. Me place y complace llegar al cierre del octavo mes de este veinte veintidós. Agosto me mostro cuan humano, protector y benéfico es el poder interno que UNO posee cuando se despliega el cumulo de capacidades que le fue otorgado. Poder que posee el mundo entero. El poder que UNO posee semeja una beta de oro lista para ser descubierta, desempolvada, dispuesta para ser venerada cual joya vibrante que se luce al caminar. Poder me significa resonar, abrir camino a la luz divina. Poseo mis propios artilugios para empoderarme espiritualmente no hace falta que sal

Eucalipto , gigantesco árbol con múltiples propiedades. No lo digo yo, lo documenta la bibliografía que encontré por casa. Décadas atrás conocía tan frondoso árbol, más jamás imagine que vendería sus hojas. Inicie su venta por allá del 2020 de manera accidental. Accidental porque pregunté cómo se llamaban esas hojas, en un puesto de hierbas, hecho que me prendo de ellas. Las hierbas siempre han sido parte de mi existencia, de niña siempre me curaban con ellas por ello me resulta tan familiar saber del eucalipto. Cuando mi hijo se inició a fincar su propio negocio me propuse acompañarlo a incursionar en múltiples intentos por vender productos naturales entre ellos el eucalipto. Y el eucalipto se convirtió en mi producto estrella . A falta de experiencia respecto a la compra, secado y selección del eucalipto me inicie a procesarlo incipientemente secándolo por doquier, hasta en mi oficina. Grave error porque no lograba un producto óptimo. Esfuerzo, sudor, paciencia y entrega intangible

  ♥Responsable de sanear mi mente. Sanear mi mente es una constante de purificación permanente, es labrar las líneas del tiempo para desprogramarme de cuanto enmohecimiento mundano se adhirió a esta mente. Purificar mi mente es dejarla en pleno reposo y silencio. Soy responsable de sanearla y no suelto el cometido bajo ninguna circunstancia. ♥Responsable de gestar una mente viviente , unificada a la madre y el padre . Comprender la triada de mi existencia me coloca en un plano de alta responsabilidad para no perderme ni por un segundo de tan bendita oportunidad de practicar la unificación que me despierta a la vida. Ser poseedora de una mente unificada a Dios me mantiene en altos niveles de responsabilidad para no extraviarme ni por un segundo. ♥Responsable de mis pensamientos. De mi depende gestar pensamientos saludables y concientes al generar, producir, crear y perseguir cuanto fin terrenal me proponga. Poseo la fortuna de conocer el secreto de la alquimia basta activar la volunta

Ayer, hoy y siempre he comulgado con el arte de hacer arte con mi vida. Antaño confundía el sentido de hacer arte, pensaba que era cuestión de belleza, de hacer las cosas bonitas, concebía el arte como exclusividad, como un don, hoy sé que no es así y lo sé porque vivo experimentando el arte de hacer arte conmigo. El arte es universal, se despliega hacia todos los planos y cuando UNO descubre como hacer arte con UNO situaciones inimaginables suceden. Soy alma, mente, espíritu, cuerpo, vibración en constante corresponsabilidad, artísticamente vibrante. Soy frecuencia que destila conciencia, apertura y comprensión. Soy artística porque imprimo energía, fuerza y conciencia a toda acción terrenal que vivo. Me afianzo al arte de equilibrar mis sentidos se presenten como se presenten. Purifico esta mente sin vacilación alguna para transformar, crear, diseñar y reaccionar concientemente a toda bendita acción que demande mi existencia. Artísticamente viva porque aprovecho lienzos enmohecidos

Es tal la ligereza que siente esta mente que no sabe por dónde iniciar a escribir. He pasado más de una semana experimentando ligereza / pesadez para delinear con cierto acierto ambos términos enfocándome en mente, cuerpo y alma, aunque no alcance a discernir perfectamente tales conceptos poseo la certeza del cómo se siente la viveza o la incomodidad en esta mujer. Antaño no prestaba atención a la pesadez, mucho menos a la ligereza solo sabía que me encontraba de malas o de buenas. Si era de buenas, bien por mí, si era de malas nada hacía por solucionarlo sencillamente pataleaba o andaba furiosa por doquier sin ayudarme a disminuir la ira, desesperación o frustración, ni una pizca de intención se vislumbraba en mi para buscar el origen, como sanar o retornar a mi estado natural sencillamente vivía la vida con tal pesadez que me ahogaba en ella. Afortunadamente esos tiempos son pasado y como tal se quedan. Hoy poseo la gracia de ser mi propio laboratorio y cuando digo “ mi laboratorio”

La devoción es una cualidad que sencillamente interpreto como el cultivo de la sabiduría interna y la profunda valoración hacia mí Ser . Practico la oración como una forma de canalizar energía, en lugar de malgastarla en repeticiones insulsas. Expreso el bien para mis adentros y para el bienestar del mundo que me rodea.

Cuando depure mi mente, una mente viviente, saludable, energizada experimente y atesore. Al purificar mi mente la cordialidad espiritual toco mi vida y recupere la cordura. Mi objetivo es lograr la paz interna desarrollando habilidades para convertir todo cuanto me pasa en un medio y no en un obstáculo.