Eucalipto

Eucalipto, gigantesco árbol con múltiples propiedades. No lo digo yo, lo documenta la bibliografía que encontré por casa. Décadas atrás conocía tan frondoso árbol, más jamás imagine que vendería sus hojas. Inicie su venta por allá del 2020 de manera accidental. Accidental porque pregunté cómo se llamaban esas hojas, en un puesto de hierbas, hecho que me prendo de ellas. Las hierbas siempre han sido parte de mi existencia, de niña siempre me curaban con ellas por ello me resulta tan familiar saber del eucalipto. Cuando mi hijo se inició a fincar su propio negocio me propuse acompañarlo a incursionar en múltiples intentos por vender productos naturales entre ellos el eucalipto. Y el eucalipto se convirtió en mi producto estrella.

A falta de experiencia respecto a la compra, secado y selección del eucalipto me inicie a procesarlo incipientemente secándolo por doquier, hasta en mi oficina. Grave error porque no lograba un producto óptimo.
Esfuerzo, sudor, paciencia y entrega intangibles que abrieron brecha a los distintos productos que dos almas eligen, procesan y venden.
Indagación y constancia nos llevo a dar con un eucalipto de buena tierra.
"Capacidad y voluntad" intangibles que lograron el procesamiento adecuado del eucalipto.
Varias son las hierbas que he aprendido a seleccionar, preparar y secar para su venta. Me enorgullece saberme capaz de cumplir mis deseos.
Hoy en día se seca el eucalipto adecuadamente, se selecciona, almacena y rotan constantemente sus hojas para su venta.
Nací en el campo, rodeada de hierbas y reencontrarme con ellas es una bendición empoderante de mis actos productivos.


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