Un abanico de aprendizajes se cruza por mi camino desplegando su hermoso esplendor, dejando mi cerebro maravillado. Cuando recién me iniciaba a escribir, me sentía poética, soñadora y hasta reiterativa. Claro que mis letras estaban cargadas de emotividad bajo todo tipo de tintes, pero hoy en día gradualmente voy descubriendo el poder del cerebro, de mi cerebro, mis grandiosos aprendizajes respecto a la lógica, el análisis o la síntesis me lo dicen y resulta tan apasionante que parezco chamaca con juguete nuevo. Las reiteradas alusiones a mi poca inteligencia, años atrás eran evidentes, sin embargo solo eran el reflejo de mi baja autoestima, aunque lo negara. En ese entonces sabía perfectamente que todo Ser posee inteligencia, pero yo no me concebía como tal en fin, solo fue el pasado empañando mi hermosa inteligencia. Hoy estoy tocando la vejez y me siento como nueva gracias a tan divinos aprendizajes y extraordinarios descubrimientos. Que bien se siente saberse completa, saber q