Poder

Concluye agosto, concluyen increíbles experiencias vividas a lo largo de tan poderoso, vasto e increíble octavo mes. Poderoso porque segundo a segundo manifestó a esta mujer cuan irradiante, impactante y hasta alucinante llega a ser el poder que uno se labra por pura iniciativa, a pleno pulmón, con plena convicción. Poseer poder, es poseer capacidad cerebral, luz espiritual y vehemente corazón para irradiar frecuencias celestiales. Me place y complace llegar al cierre del octavo mes de este veinte veintidós. Agosto me mostro cuan humano, protector y benéfico es el poder interno que UNO posee cuando se despliega el cumulo de capacidades que le fue otorgado. Poder que posee el mundo entero. El poder que UNO posee semeja una beta de oro lista para ser descubierta, desempolvada, dispuesta para ser venerada cual joya vibrante que se luce al caminar. Poder me significa resonar, abrir camino a la luz divina. Poseo mis propios artilugios para empoderarme espiritualmente no hace falta que salga a buscar el más efectivo, tengo la fortuna de haber desempolvado mis amuletos. Gane poder al atravesar tempestades de distinta naturaleza, tormentas que me obligaron a desempacar mágicos artilugios: el instante, una mente viviente y un vehemente corazón.

♥Instante. No hace falta definir el instante, en el instante que lo intente se abra ido. Soy testigo del instante, poderoso artilugio que me mantiene alejada del mal, es como si trajera un amuleto de la buena suerte adherido a mi piel. Demanda valía, valor y fuerza para no ser devorada por el pasado o el futuro e instalarme en el instante. Me arme de valía para capturar el instante y no andar de chillona quejándome por todo, emane valor para aferrarme al instante con miras a aniquilar nefastos miedos, aplique fuerza al alma para avanzar, seguir, salir adelante. Poderoso artilugio que abandera mi respirar; “el instante”

♥Mente Viviente. ¡Ah! Irremediable no evocar un suspiro equivalente a un profundo respiro para decir; “Soy Mente Viviente”. Basta un profundo respiro para decir ¡lo logre! logre desenmarañar tan enfermiza mente que me estaba haciendo trizas. Todo inicio durante el 2010 cuando mi mente giraba cual pirinola empapada de bajas densidades, fue hasta el 2020 después de una larga travesía de búsquedas de sanación cuando experimente la luz, justo cuando el mundo se iniciaba a vivir una pandemia, yo me iniciaba a vivir mi propia sanación. Para el veinte, veinte la paz, el silencio y la serenidad llegaban a mi vida. Mientras era observadora del caos que vivía el mundo mi mente experimentaba una profunda curación, era como mirar en retrospectiva una película semejante a la que había vivido, era levantar mi espíritu para decirme que todo había terminado y había que vivir el instante, había que empoderarme. En plena pandemia abrí paso a una mente viviente, en reposo, viviendo el instante, el resultado fue renacer, dar vida a mi mente. Hoy empleo mi mente para generar pensamientos constructivos e ideas productivas y cuando pretende retornar al pasado, engolosinarse con el futuro o contaminarse de vanos pensamientos valerosamente la instalo en el presente a fuerza de voluntad. Practica que replico cuantas veces sea necesario para darle vida, lucidez, conciencia. Poseer una mente saludable me requirió disciplina para no enfermarla, requerí de ensayos, practica y voluntad para calmarla hasta el punto de purificarla. Mi mente es meditación, es poder y luz anclada al plano terrenal, lo atestigua mi caminar en absoluto silencio y serenidad.

♥Vehemente corazón para no ser ollita de amozoc, dicho poblano, que empodero este valiente corazón para no hacerse trizas por cualquier suceso terrenal. En tanto yo no fracture mi propio corazón por simplezas lo estaré empoderando a su máxima expresión. Concluye un mes de tremendo poder, un mes que me mostro como es sentir el poder. Me mostro como empoderarme cuando me encuentre entre tempestades, agitados días, perturbaciones ajenas e inevitables desavenencias. Todo, absolutamente todo lo vivencie anclada al instante, arropada por una mente viviente, vibrando con un vehemente corazón.