Ira

Divino Dios que pones en  mi camino la esencia de la ira. La toco y la emano cual manantial sagrado que siempre me ha habitado. La recibo sin ocultamiento alguno, mucho menos apretujamiento que endurece el rostro. Su sabor es frontal y directo, su calma apacible y gloriosa. Es la ira negada por muchos, enmascarada por la pulcritud servil y gloriosa para quienes la hemos moldeado cual arte sagrado e intocable.
No es una cuestión de domesticarla, muchos menos de enmascararla…simple y sencillamente es esencia que late llena de energía y vida.

Cada poro de mi piel se abre de par en par brindándole los cauces de la vida y vigilándola cual centinela que protege la naturaleza humana. Reconciliarme con su tormentosa energía es comulgar con ella bajo un hermoso oleaje de emociones que vibran en tan  hermosa alma que me has donado….una gota en el océano

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