Aqui


Cuando te das cuenta de la belleza del mundo..., todo es joven, fresco y vivo, ¡y Dios está aquí! No buscas en ninguna otra parte, si vas a otro sitio estarás escuchando a la men­te, porque ese es el lenguaje de la mente: «En otro sitio, otro sitio. Nunca aquí». Y él está siempre aquí. La belleza te revela que está aquí y ahora. Entonces la mente ordinaria se con­vierte en la más extraordinaria, y la vida ordinaria se convier­te en la suprema, la superior. La única diferencia radica en una mente cerrada o abierta de ti depende encontrarlo, sentirlo, vibrar en él. Ahora mismo esta aquí, adentro….solo baja la mirada al corazón…está esperando.

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