De la comprensión a la transformación

Simplemente comprende un poco más todos tus sentimientos, emociones.

Todos tienen un lugar específico en la armonía total de tu ser.

Solo muéstrate  alerta…

Se requiere consciencia, no condena... y a tra­vés de la consciencia la transformación se produ­ce de forma espontánea.

Si adquieres consciencia de tu ira, la compren­sión te penetra.

Solo observando, sin juzgar, sin decir si está bien o mal, solo observando tu cielo interior.

Hay relámpagos, ira, te sientes acalorado, todo tu sistema nervioso se sacude, y sientes  un estremecimiento que te recorre el cuerpo... un momento hermoso, porque cuando la energía funciona, la puedes observar con facilidad; cuan­do no funciona, no puedes verla.

No luches, simplemente contempla lo que suce­de... todo el cielo está lleno de electricidad, de tantos relámpagos, de tanta belleza... túmbate al pasto, contempla el cielo y observa.

Luego haz lo mismo por dentro.

Ahí tienes las nubes, porque sin nubes no puede haber relámpagos

Ahí hay nubes oscuras, pensamientos. Al­guien te ha insultado, alguien se ha reído de ti, alguien ha dicho esto o aquello... hay muchas nubes oscuras en el cielo interior y muchos relámpagos.

Hay todo tipo de escenas;  hermosas... pero  también terribles, y no las entiendes…..solo observa, solo observa.

Es misteriosa, y si el misterio no se entiende, se vuelve terrible, le temes. Siempre que se comprende un misterio, se transforma en una gracia, un don, porque entonces tienes las llaves... y con llaves eres el amo.

No lo controlas, simplemente te vuelves el amo cuando eres  consciente. Y cuanto más conscien­te seas, más podrás penetrar en tu interior, porque la percepción es viajar hacia adentro, siempre hacia dentro; totalmente conscientes, totalmente dentro: deja de estar afuera, fuera de tu casa, vagando por los alrededores.

Ha llegado el momento de comprenderte para iniciar tu transformación.