Rebelde . Inconformista
Es una vieja asociación y un malentendido, el pensar que ser
inconformista es ser rebelde.
El inconformista es un reaccionario. Actúa desde su rabia, su violencia,
su ego. Su acción no surge de la consciencia. Aunque vaya contra la sociedad,
el solo hecho de estar contra la sociedad, no implica necesariamente, estar
correcto. De hecho, la mayoría de las veces, el moverse de un extremo a otro,
es moverse de un error a otro.
El rebelde es un tremendo equilibrio, y eso no es posible sin
consciencia, sin estar alerta y sin una inmensa compasión. No es una reacción,
es una acción - no contra lo viejo, sino por lo nuevo.
El inconformista sólo está en contra de lo viejo, en contra de lo establecido,
pero no tiene ninguna visión del futuro, ninguna concepción creativa del por
qué se opone. ¿Qué hará si triunfa? Se encontrará perdido y totalmente avergonzado.
Nunca lo ha pensado. No se ha sentido avergonzado, porque nunca ha triunfado.
Su fracaso ha sido su refugio.
Cuando digo reacción, quiero decir que tu orientación es básicamente
dependiente: no estás actuando impulsado por la libertad e independencia. Esto tiene
profundas implicaciones. Quiere decir, que tu acción es solamente un subproducto;
también quiere decir que tu acción puede ser controlada muy fácilmente.
El inconformista está siempre en manos de la sociedad y del sistema. El
sistema sólo tiene que ser un poco más inteligente y astuto, y entonces puede
usar al inconformista muy fácilmente, sin ninguna dificultad.
Pero el sistema nunca puede usar al rebelde, porque él no está
reaccionando a éste. Tiene una visión del futuro, del hombre nuevo, de la
humanidad nueva. Está trabajando para crear ese sueño, para transformarlo en
realidad. Si está en contra de la sociedad, está en contra porque la sociedad
es un obstáculo para la realización de su sueño.
Su foco no es el sistema. Su foco está en un futuro desconocido, en una
posibilidad potencial. Actúa impulsado por su libertad, por su visión, por su
sueño. Su consciencia decide en qué dirección quiere ir.
La sociedad decadente, el viejo sistema y la humanidad muerta, no pueden
concebir al rebelde, porque no puede tener ni siquiera una visión fragmentaria
del gran sueño que el rebelde lleva en su alma. Todas sus acciones provienen de
ese sueño; no está contra la sociedad, está a favor del hombre nuevo. Su actitud
es positiva, no negativa.
No está enojado con la vieja sociedad, está lleno de piedad y compasión.
Sabe cuánto ha sufrido el hombre viejo, cuánto y por cuánto tiempo ha vivido en
miseria. ¿Cómo puede estar enojado? Ni siquiera puede quejarse.
Está creando este mundo nuevo de tal manera que este sufrimiento, esta
miseria y esta sociedad horrible desaparezcan, y que el hombre pueda vivir más
naturalmente, más hermosamente, más amorosamente, más pacíficamente, gozando de
todas las riquezas que esta existencia le brinda, de todos los invalorables
regalos de la vida.
Libertad, amor, silencio, verdad, iluminación y el supremo florecimiento
de tu ser - todo te está disponible. Los obstáculos tienen que ser eliminados.
Todas las viejas estructuras fueron creando más y más impedimentos y
obstrucciones contra tu crecimiento. Si el rebelde está contra esos obstáculos,
es para permitir que el hombre nuevo viva sin cadenas ni prisiones, fuera de
los campos de concentración - tan libre como un pájaro en vuelo…, tan libre
como un rosal que danza en la lluvia, en el sol; tan libre como la luna
moviéndose en el cielo, más allá de las nubes en su extrema belleza, dicha y
paz.
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