Autocrítica
Me auto critico y lo hago
cuando estoy a punto de faltar el respeto a otra persona o cuando cometo alguna
barbaridad hacia mi persona. Me auto critico severamente cuando tomó conciencia
de lo que hago, hice o pensé no cabe duda que vomito mi propia porquería, me
leo horrible lo sé, más pretendo escalar hacia mi propia fuente de vida en aras
de su purificación. Recién he tomado control de mi comportamiento valiéndome del
aceptarme tal cual soy, no resulta sencillo exponer mi fealdad, de hecho estas
letras fueron escritas el treinta y uno de agosto del dos mil diecinueve y
estamos a mediados de octubre y hasta hoy me he decidido a compartir lo que un
día sentí de mí. La intención no es auto flagelarme por el contrario es probarme
que tan capaz soy de saltar del umbral de la severidad hacia la sensibilidad.
Desde el día que me autocritique al día de hoy, me doy cuenta que no he vuelto a
replicar tanta severidad en mí, mucho menos hacia otros, la rigidez que me
caracterizaba casi se ha esfumado me lo confirman los grados de purificación que
voy sintiendo en mi fuente de vida. Poseer la intención de ser mejor persona
conmigo y con quienes me rodean me basta para no perder de vista aquello que carcome
el alma. Al desnudar mi bárbaro comportamiento de dureza pretendo transformarlo
en firmeza, solidez que dista abismalmente de la rigidez, me urgía dar el salto de la severidad hacia la sensibilidad, tomar la vida con sabiduría, vivirla
apaciblemente, estar en paz con ella. Estoy convencida de que no existen críticas saludables, la crítica es crítica y devalúa por mucho que se quiera disfrazar y
describir mi propia autocrítica me conmociona por haber sido tan malvada y por
mucho que quiera detallarla huye a mi inconsciente, no cabe duda que fui
espantosamente bárbara. No importa que se oculte en mi pasado tarde o temprano la
luz de la conciencia detectara tanta barbaridad que se haya ocultado en los
confines de esta alma por ahora la finalidad es aceptarme en este instante, rectificar
mi proceder porque soy la única que puede ver, avalar y
criticar mis insensateces. A partir de este escrito cada que pretenda ser
severa conmigo o con otros encenderé la conciencia para reaccionar, abriré
menos la boca y avalare mi respeto hacia otros. Es una declaración tan personal
que me comprometo a no dañar al padre, la madre y esta mente viviente.
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