Luz

Hablo de la luz que me habita como la gran experta, sin embargo, recién descubrí que soy una párvula en materia de poseer experiencia respecto a la luz celestial. Es real que me habita, como es real que tintinea tímidamente dentro de mi, lo constate al realizar los estudios para cambiar mis lentes, un pendiente terrenal abrió mis ojos de par en par. Cada cambio de cristal que colocaban en mis ojos para realizar los lentes, una poderosa sensación de luz me invadía —sí, suena a tontería— pero esa tontería me llevo a experimentar la raíz de la sutileza, la suavidad de mis sentidos, rayos de luz empapándome de alegría y la gracia de dejar evidencia de un aprendizaje más de vida. Una visita medica embargo mi día de alegría y dicha lo dice la foto que capture al salir de aquellos estudios. No fue cuestión de adquirir nuevos lentes, fue la captura de nuevas sensaciones apoderándose de mi hasta el grado de dejarme embelesada de la vida.