Él

Apreciar la belleza infinita de la vida la adquirí al tocar lo sublime, lo etéreo, lo celestial irrigando todo mi Ser. Ser un fragmento de Dios mueve y conmueve a mi corazón por saberme parte de Él. Es como un luminoso acercamiento nunca antes experimentado por mucho que rezara y rezara comprendí que para vivir abrazada a El debía experimentar, vibrar y desplegar la naturaleza del amor con absoluta entrega y verdad. Falta, aún falta purificar a conciencia esta mente hasta el grado de hacer una limpieza con mayor precisión y absoluta concentración, solo entonces experimentare el verdadero amor...lo sentiré a El!