La belleza de la vida es...
Atender el llamado del Padre Dios para despertar al alba y si por alguna razón, me niego, repelo o evado apelo a mis profundidades clamando energía para no caer en el desgano.
Cultivar silencio mental, gestar espacios de serenidad en esta cabeza, aferrarme al instante y jamás, jamás retornar al pasado o creerme el futuro.
Soltarme a los brazos de Dios me encuentre donde me encuentre, si soy una partícula de él, ¿porque no confiar?
Vivir la vida sin tiempo, contratiempos o negligencias terrenales.
Emplear, desarrollar y perpetuar capacidad, alma y corazón
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