Lecciones de vida

Aquilatar raíces de vida impregnadas de virtudes emanadas de una madre y otorgadas a sus hijos es una profunda lección de vida para Consuelo. Uno llega a reconocer, prodigar y ensalzar virtudes heredadas de una madre; "energía, fuerza y voluntad".
Me conozco, reconozco y valoro tan sagrada fuente de vida. Vibro de alegría por saberme unica e irrepetible.

Multiples escalones escale para llegar a poseer el conocimiento, la sabiduría y la luz de la vida.
La madre tierra me doto de espiritualidad para reconocerla, enaltecerla y emplearla sabiamente. Amorosamente ampara mi caminar, guia mi despertar y protege mi actuar. Como no imantarme a ella cual talismán que protege mi caminar.
Nada está exento de la divinidad lo dicen las deidades que sutilmente me han tocado
hasta el grado de llegar a comprender su razon de Ser.
Todo comenzó como una gota en el océano. Incredula, analfabeta y arrebatadamente efusiva me sentía cual gota en el océano desconocia que efectivamente soy una micropartícula universal.
Fueron los pasos que hube de dar por la vida entre oleajes atemorizantes, amenazantes, persecutorios, rechazantes quienes dotaron a este corazón de valentía, dieron a mi alma serenidad y fuerza para saltar tan bajas densidades por pura iluminación y lo mas sagrado "me dotaron de espiritualidad".
Ángeles y arcángeles son mi guía, mis alertas, mi inspiración y motivación extrasensorial.
La vida me exigió serenarme, mirar desde otro espectro, destrabar reborujos en el alma hasta el grado de salir de la pobreza conceptual para tocar la grandeza espiritual. Tremenda lección de vida.
Ascender espiritualmente es el cometido, ascender para retornar al Padre Universal es mi destino.
Dentro de cada Ser reside un fragmento de Dios una deidad, una divinidad no es nuestro por derecho de posesión, intencionalmente esta destinado a nosotros si sobrevivimos a la existencia mortal.
Si a la materia se le prodiga respeto, porque no prodigarme respeto alimentándome de silencio, amor y paz interior.
Aprendi y aprendo de hermosas almas que rodean mi vida. Aprendo a ser mejor persona, aprendo a rectificar, reconocer y restablecer mis fallas gracias a ellos y ellas crezco espiritualmente hasta el grado de unirme a tan divina Mente Universal.
Puedo transformar la materia !claro que puedo¡ lo atestigua la herencia materna.
Terrenalmente supe lo que es trabajar. Laboralmente conocí el fondo, trasfondo y realidad de lo que implica una sobrevivencia laboral.
Cuando uno trabaja con otros, uno se encuentra con increíbles virtudes, admirables cerebros, apasionantes entregas, increíble perfección y hasta divinidades ocultas.
Atesoradas lecciones de vida que purificaron este corazon, apaciguaron la mente, el cerebro se expandio, la alegria vibro dentro de mi por pura experiencia de vida.

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