Soy

Soy energía. Ser creadora, portadora y protectora de mi propia energía me mantiene disciplinada para no perder de vista tan majestuoso motor de vida. Es como adquirir el doctorado de la vida para caminar encumbrada de luz.

Sutil fuerza, delicada entrega para escalar peldaños que apasionan mi existencia. Mi fuerza 
de vida no tiene edad para manifestarse. Desde siempre he vivido impregnada de bastos e increíbles oleajes de fuerza interna para vivir lo que deba vivir.

Antaño esta mente vagaba cual zombi. Antaño esta mente era experta en extraviarse, encabritarse, tumbarme, asfixiarme y hasta enfermarme gracias a Dios aplique mi propia alquimia para recuperar tan valioso tesoro. Dejar en silencio tan poderoso recurso que me habita, mi mente, es valorar la grandeza de un bien invisible, intocable y poderoso acompañante. Contar con una mente en silencio, purificada, dócil y agraciante me muestra nuevas formas de vivir, descubrimientos increíbles, sentimientos maravillosos y por supuesto me conecta con mis ángeles. Soy mente viviente en unidad con el cosmos y la vida terrenal.

Soy vibración, soy frecuencia en constante dinamismo espiritual. Etérea luz que tintinea atendiendo sus designios conferidos. Constante para ser cuidada y sostenida en altos niveles de vibración. No comprendía, no entendía términos como niveles, vibración o frecuencia mas la ardua investigación realizada a lo largo de los años me coloco en el plano de la comprensión. Cuando comprendí que es, como es y para que sirve vibrar excelsamente supe el significado de la felicidad. El ritmo de vida puede llegar a ser atrapante e impredecible hasta el grado de lanzarlo a uno a las mazmorras de la obscuridad, ahí donde densos niveles, bajisimas frecuencias lo atrapan a uno, en otras palabras uno se convierte en un ente horripilante e indeseable. Lo se porque lo fui, tuve que valerme por mi para salir de tan bajas densidades y aprender a vivir en altas vibraciones por pura convicción y no es motivo de orgullo, es motivo de aprendizaje para mantenerme en alerta y no volver a caer. La vida es impredecible y en este instante puedo caer en bajas densidades mas sé como recomponerme, reconstituirme e ir por vibraciones limpias y purificantes. En simples palabras -no permito invasiones que descomponen alma, corazón y espíritu-.  

Siempre lo supe, siempre lo grite a los cuatro vientos -todos somos inteligentes- entonces ¿porque catalogar al prójimo? en fin no es mi papel aclarar una realidad vivo centrada y concentrada en potenciar aquello que me hace inteligente;
Capacidad. Regenerándose, renovándose y familiarizándose con esta cabeza. 
Energía. Reparada, protegida y albergada para darle excelente uso.
Fuerza. Me pertenece y es una realidad en mi existencia.
Posibilidades. Cuento con una y mil posibilidades para ser mas inteligente y me doy el lujo de practicar y practicar aquello que vine a realizar, no me importa cuanto me tarde, importa que tan capaz soy de usar este cerebro.

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