Cuando pongo atención a una idea; activo energía, habilito posibilidades, me concentro en la tarea, la concreto y hasta la llevo a otro espectro. Es mi religión proyectándose vividamente.
Cada amanecer me proveo de pequeñas dosis de lectura en beneficio de mente y corazón, gracias a lo cual propicio suficiente energía mental para crear, amar y soltar triada de acciones cual mantra que organiza mi propio cosmos, es como si diseñara mi propia arquitectura solida e inquebrantable. Me resulta fascinante ser protagonista, observadora y testigo de mi realidad moldeada desde las profundidades del alma. Ahora comprendo la naturalidad que me habita.
Alerta de mi lengua. Si algo tengo claro es la inconciencia de mis palabras. Palabras que salen abruptamente de mi boca desafortunado acto que solo lesiona. Vivo alerta de los sonidos que emite mi lengua, la meta es procesar frecuencias limpias, vibrantes e iluminantes. Expando el silencio mental profundamente, entonces y solo entonces, me torno observadora. Observadora que aquieta su lengua. Es lo más saludable que he hallado para redimirme ante la vida. Alerta de mi mente. Bastan microsegundos para que mi mente divague, enferme o se extravié. Microsegundos que llegan a gestar incoherencias, retorna al pasado o sueña con el futuro. Perpetra cerebros e irrumpe la mente de otros resultado de lo nefasto que llega a ser la inconciencia. Orar es el medio del que me valgo para hacer limpieza a tanta barbaridad que cometo. Orar es la práctica que silencia mi mente. Oro sin palabras, pensamientos u otro medio que implique activar la mente simplemente; vacío la mente . Experimento el vac...
Una persona demasiado obsesionada con el pensar, lentamente va olvidándose de que también tiene un corazón. Un hombre que piensa demasiado empieza, poco a poco, a vivir de manera que los sentimientos tienen poco que decir. Y al no escuchar a los sentimientos, el sentir se va alejando lentamente de él. Hay millones de personas en ese estado: no saben lo que significa “corazón”. Creen que el corazón es una bomba. Viven concentrados exclusivamente en su cabeza en sus pensamientos. Los pensamientos solo son un extremo: son necesarios, son un buen instrumento, pero han de ser utilizados para construir, para crear, para innovar. No han de ser los amos de los sentimientos. Una vez que la cabeza se convierte en el amo y el corazón es dejado atrás, vives y mueres sin llegar a conocer a Dios porque Dios habita en el corazón y el corazón emana el amor. El amor es el comienzo de Dios… Dios es la cumbre última del amor. El segundo paso hacia el amor y...
Al principio no te veía, mas tarde capte tus mensajes, aunque dudaba de tu presencia y mi cordura, tu halo de luz siempre me acompaño. Hace tiempo te buscaba desesperadamente, te buscaba por doquier y no estabas, me calmé y entonces te sentí, tu presencia sucedió en mí. Ahora te intuyo tan nítidamente que al parecer; mueves los hilos de mi vida. Una constante que me deja irradiando bienestar.
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