Errores

 

El error mas grave que cometí fue olvidarme de mi. Nacer, crecer y vivir conlleva infinidad de aprendizajes, aprendizajes que se aquilatan cuando uno descubre la cantidad de errores que se cometen en vida. Afortunadamente aun vivo para rectificar uno a uno de mis errores. Al nacer la inocencia fue lo mas sagrado que Dios me lego, al crecer fue lo primero que olvide. Grave error que cometí,  afortunadamente lo descubrí y estoy dispuesta a perseguir tan loable purificación.
Entregarme en cuerpo y alma al mundo exterior fue el error mas grave cometido a esta alma, afortunadamente deje de hacerlo, todo quedo en olvido.  
Cantidad de errores he cometido y no me los perdono, como el hecho de no aquilatar  la vida en sus distintas manifestaciones. Me esmero, esfuerzo e intento no atentar contra la vida sea de la naturaleza que sea.
Mis errores fueron graves, tan graves como aquel que cometí contra mi Ser al tratar de escalar materialmente, no me daba cuenta que mi vida esta destinada a escalar espiritualmente. Afortunadamente rectifique a tiempo; me reforme. 
Prendarme de las fantasías, los sueños, ideales y hasta banalidades fue el error mas soñador que cometí. Gracias a Dios pude rectificar a tiempo. Rectifique mi ignorancia cuando solté el pasado y me importo poco el futuro. Ya lo dice mi terco carácter; -me monte en el instante y a ver quien me saca de ahí-
Diseñe mi propia cárcel, derroche tiempo, juventud y energía levantando inquebrantables muros de extravió, enfermedad y paranoia fue la vejez quien me trajo de nuevo a la vida para experimentar el cambio, la renovación, el crecimiento espiritual y el fortalecimiento alquímico para no volver a cometer tan cruel error a mi Ser. 
Errores imperdonables se observan cuando uno se aferra a lo material. Error que cometí una y mil veces. Me importan los bienes materiales, claro que me importan pero hoy en día los obtengo inteligente y sabiamente. Ya no me quita el sueño tan fatal error.
Deje de ser soñadora. Me cimente en  mi realidad. Me reforme.
Continuo cometiendo errores y no me arrepiento de ellos, gracias a cada tropiezo mi alma se enaltece, mi corazón se alegra y mi espíritu se eleva porque se sabe capaz de rectificar cada error que cometo. 

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