Amarme

Raíz de la raíz, fuente de la fuente, alma del alma. Mi procedencia es tan clara que desde el momento de nacer sabia mi tarea a cumplir: amarme, fluir existir  incuestionablemente. Desde niña, desprovista de claridad del como se ama UNO, me inicie por capturar los momentos mas significativos de mi vida, me inicie a despertar cuerpo, mente, alma y espíritu hasta el punto de sentir amor hacia mi fuente de vida. Tan bendito hecho merece letras vivas, reales, con conocimiento de causa motivo por el cual me exijo altísima coherencia entre lo que escribo y lo que soy en carne viva.
Cuerpo. -Uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde- Debieron pasar décadas para respetar mi cuerpo, mantenerlo saludable e incluso amarlo incuestionablemente. Amar mi cuerpo me demanda compromiso al alimentarlo, disciplina para ejercitarlo, cordura para no exigirle extralimitaciones y mantenerlo en óptimas condiciones. Amar mi cuerpo es el acto mas loable que vengo prodigando al aspecto físico que identifica a Consuelo. 
Mente. Sanear mi mente ha sido el acto mas colosal logrado gracias a la terquedad y entrega que me caracteriza. Debí entrar en razón para dejar de sacrificar a mi mente por el miedo, la ansiedad, exigencias, negaciones, violencias, represiones y no continuo porque volvería a caer en la obscura densidad que por décadas envolvió a mi mente. Hube de emprender un largo y sinuoso camino para llegar a comprender su sagrada existencia. UNO nace con una mente pura, pero lo que uno no sabe es que a uno lo espera una cruel programación autodestructiva, afortunadamente descifre tan densas programaciones que por décadas nublaron mi razón de Ser. El secreto para lograrlo fue simple; me propuse ser gestora de mi mente saneándola, reviviéndola, purificándola hasta el punto de amar mi existencia. Ame mi mente cuando me sentí. Me ame cuando desintoxique mi mente de juicios y prejuicios. La deje en paz cuando le prodigue toneladas de silencio. La comprendí cuando la desprograme. Amarme es el resultado de ganar una batalla entre un mundo mental bárbaramente intoxicante y una mente que llego a este mundo sin saber a que se enfrentaba. Gracias a Dios geste mi propio mundo purificante.
Alma. !Guau! Mi alma en este instante esta en paz. Y si mi alma ahora esta en paz es indicio de que fui capaz de liberarla y venerarla con increíbles dosis de integridad.
Espíritu. ¡Espiritualmente Viva! así es -espiritualmente me encuentro viva- gracias a cantidad de proezas quirúrgicas hechas a mente, cuerpo y alma. Proezas que solo el corazón conoce porque se dio a la tarea de encontrar la beta del amor. Si antaño odiaba la palabra amor era por el mundanal uso que se hace de él y no lamento tan bárbara expresión por el contrario lo escribo con total convicción, con conocimiento de causa y efecto. El amor recibe impactos distorsionantes tan barbaros que si uno no esta conciente, uno es atrapado, convencido y hasta extraviado por tan colosal distorsión de cuatro letras. Su ocultamiento es tal que magistralmente se nos pinta un mundo rosita para vivir en amor mas mi corazón ya me dictaba lo real e irreal. Este corazón siempre me dicto ir por el, encontrar su beta, vibrarlo, tocarlo y expandirlo espiritualmente. ¡Y lo logre! ¡vaya que lo logre!. Mi espíritu rebosa de honestidad porque descubrió la esencia del amor, siente el amor y lo sabe tan bien que se empapa de el para describirlo pura, honesta e incuestionablemente.
 

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