Escribir

Pareciera que desistí respecto a dejar salir las letras que dan forma a la esencia de esta mujer. Pareciera que las ocupaciones terrenales me atraparon para no dejar salir el deleite de escribir. Doy la impresión de una tremenda e inusitada incertidumbre y es real porque soy altamente impredecible, todo depende del oleaje de vida en que me encuentre, oleaje donde doy prioridad a las responsabilidades que no pueden evadirse por lo tanto “escribir” se queda en compás de espera. Y no lo lamento, por el contrario, lo celebro porque gracias a ello cuando llego al teclado para imprimir las letras que darán paso a los hechos que mantuvieron alejada a esta mujer se tornan reales, las letras brotan frescas, apacibles y hasta reales porque narran mis sucesos durante un compás de espera. Retornar con nuevos bríos para escribir me inspira para plasmar nuevos hechos, logros y acontecimientos dignos de ser perpetuados. Ausentarme se debió a un profundo entrenamiento cerebral, corporal y mental. Cerebral porque me dedique a fortalecer este cerebro, mental porque sume nuevas prácticas meditativas a las ya ganadas, corporal porque redireccione mis ejercicios hacia un centramiento espiritual. Es un hecho que me atrapo el entrenamiento cerebral pues hube de dedicar cantidad de horas a la práctica de conexiones neuronales para echar andar aprendizajes de distinto índole, situación que no solté hasta disciplinarme. Y digo disciplinarme porque me implico programarme para realizar tareas de índole conceptual sin fracturar las horas destinadas a fortalecer este cerebro. Y lo logre, si que lo logre, situación que no sucedió de la noche a la mañana es el resultado de mi necedad cuando de aprender algo nuevo se trata, solo que ahora canalice los esfuerzos hacia el entendimiento, hacia la comprensión del como trazar la arquitectura de mis proyectos, ideas y hasta deseos lo cual me demanda una constante investigación, documentación y puesta en práctica de lo que quiero construir inteligentemente. Se trata de ir armando peldaño a peldaño mis anhelos hasta llegar al último punto trazado. Terminé aplicándome para gestionar mis nuevos aprendizajes en este cerebro, todos ellos enfocados hacia metas, situación que me puede encantar porque fui capaz de aprovechar que lo que se aloja en mi cabeza y descubrir su valor incalculable, solo me demanda ejercitarlo y fortalecerlo con ese valioso ingrediente llamado "entrega". A la par del fortalecimiento cerebral reafirme el silencio mental que he logrado, hablo de acallar esta mente, hablo de ganar espacio en ella liberándola de basura terrenal. Es una delicia saberse capaz de purificarla, al hacerlo me libero de pesadez, me impregno de energía y una nueva sensación de serenidad y paz me invade. Amo hacerlo porque el corazón da saltos de alegría. Es el oro intangible que pacientemente voy acumulando. Cuando pongo mi mente en silencio no dejo de crear, moverme y aprender. Siento, veo, practico, replico y replico lo que hago hasta dejar impregnada mi esencia en eso que se mira terrenalmente. He probado, comprobado y experimentado la increíble salud mental de la que se goza cuando uno es capaz de irrigar silencio hacia todos los planos. Cuando se logra silenciar una mente catastrófica, bulliciosa, empalagosa o ruidosa uno "vive" realmente. No quepo de alegría por saberme capaz de elevarme por encima de lo que a uno lo debilita. Me entreno para hacer espacio en mi mente porque me deja con nuevos bríos, nuevas betas por descubrir, divinas conexiones para recibir. Es un estado de vida efervescente que voy generando, regenerando y perpetuando por pura voluntad. Ejercitarme corporalmente es un hecho cotidiano, conquistado a lo largo de un año. Gracias al cual las dolencias que presentaba este cuerpo desgatado han ido desapareciendo. Gracias a dar mantenimiento a mi cuerpo mi salud orgánica es más optima y aunque a veces fallo, saberme disciplinada me exige no fallar más allá de un día en concreto; todos los días mi cuerpo recibe una dosis de ejercitamiento. Gozo escribir porque perpetuo con alma y corazón la realidad intangible de esta mujer.


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