Devotamente

Requiero de tremendas dosis de
experimentación, observación y canalización de energía a toda conducta nociva que brota de esta mente e intoxica el corazón. Devotamente me voy transformando, devotamente me centro en mi fuente de vida. La devoción que le impregno a mi existencia enciende la luz de la conciencia. Hago alquimia cuando me observo, experimento y canalizo energía menjurjes que vierto en el caldero de la vida cuando tropiezo, titubeo o pierdo el centro. Cuando detecto tan bárbaras actuaciones extraigo del corazón la pócima de la serenidad, agrego grandes cantidades de disposición al caldero que hierve el alma para apagar el fuego hasta el punto de tocar la luz de la conciencia, entonces entro en calma.

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