Fuente

Venero mi fuente de vida a tal grado, que, ante una mínima contaminación provocada por mí, rectifico y ratifico en automático. No es lucimiento, es no perder de vista el foco de mi sanación espiritual.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vacio

Bondad

un cuento chino

No luches

Misterio