Gente Imprudente


Ha pasado tiempo desde el día que salto a mi mente tal título declarándome imprudente. Ha pasado tiempo desde el día que mi boca expreso; -no discuta con la gente imprudente- palabras que exprese a otra persona, palabras que automáticamente aclararon mi mente para decirme; -como te atreves a decir tal barbaridad, si eres tan imprudente que llegas a desestabilizar a cualquier persona-. Y, efectivamente SOY imprudente. Sin desearlo desestabilizo a otros, requerí de tal experiencia para darme cuenta de uno de tantos pendientes que tengo por resolver. Desde aquel día en que mi boca expreso inconsciencias, me prometí ser más conciente de mis intromisiones, promesa que tomo tan responsablemente, que de ser fracturada el costo es alto porque; me avergüenzo por dentro, me devaluó por tal debilidad, me siento deshonesta mas soy tan terca que vuelvo a recuperar mi promesa. Mis tropiezos forjan mis metas. Cuesta, cuesta tanto el no inmiscuirse en la vida de otros que por muy conciente que me prometa ser siempre que la premura, la búsqueda, el alertar a alguien, orientarme o satisfacer alguna necesidad personal interfiero inesperadamente en la vida de otros, lo sé porque lo hago y me veo. Caí en la cuenta de que; gente, respeto y prudencia son los andamios que me urge atender para reparar mis intromisiones y dejar de ser imprudente. Soy gente y si me expreso de otros como; “la gente” obviamente no estoy respetando mi naturaleza, ni la naturaleza de otros. Soy gente, me sumerjo entre gente, camino entre gente, “separada pero unida” es la paradoja a resolver y comprender. Es la tarea a realizar pues ante la mínima intensión de mirarme distinta a mis congéneres estaré fracturando mi propia naturaleza. Estar separada, pero unida es la capacidad a desarrollar para estar realmente unida al TODO, no hablo de clases, religiones, costumbres, tradiciones o pensamientos hablo de almas que laten, vibran, sienten y comulgan con la madre tierra. Es una cuestión de respetar mi propia naturaleza, hacer honor al legado que me fue otorgado; convivir entre almas, bajo distintos fines. Lograr  unidad de una partícula con el TODO. Me debo humildad para reconocer la cantidad de errores que he cometido siendo imprudente con otros. Me urge prudencia, me urge conducirme con respeto hacia mi vida y la vida que me rodea. Y la prudencia solo puede ser tratada bajo un fuerte compromiso para no ser quebrantada por ningún motivo, compromiso que nace por convicción, fidelidad y respeto hacia mí. Ser prudente es la sensatez al servicio de la buena voluntad y para ser sensata deberé elevar mis frecuencias y conciencia para estar alerta de lo que hago y digo lo cual me demanda una titánica voluntad más es mi compromiso. Me propongo ser prudente en aras de SER gente viviendo entre gente. Lucidez y razón monitorearan mis acciones, reacciones e involucraciones, rigurosa tarea que al final de cuentas es para fortalecer alma y espíritu. Pequeños pasos en vías de aprender a respetar la vida. Cuando uno activa la prudencia, uno se siente diferente, uno se sumerge entre gente como gente, respetando el ritmo natural de la existencia. Me he esmerado por ser prudente, más sigo fallando pero al descubrirme, me armo de valor para no replicar mis insolencias. Gracias a mis esfuerzos recibo un cumulo de bendiciones, es Dios guiándome.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Barro hediondo

Cuatro palabras

Serenidad

Sintonizar con la vida

Fuerza de voluntad