Arte Mental

Arte mental, según yo, es la capacidad de transformar mi vida de estado en estado, de grado a grado, de condición a condición, de polo a polo, de vibración a vibración. Es la capacidad de hace arte en mi fuente de vida. Requerí experiencia, valentía y lucidez para hacer alquimia conmigo, alquimia que me llevo a mirar microscópicamente mi vida. UNO es capaz de hacer cualquier proeza de vida cuando de enriquecerla se trata. UNO es responsable de la vida que late, vibra y se transforma cuando UNO así lo decide. Recurrir al pasado para culpar lo que soy o no soy sería evidenciar mi tremendo analfabetismo emocional, seria atroz culpar a las almas que me dieron ¡vida! a ellas les debo un profundo agradecimiento. Gracias a la vida que me dieron active mis capacidades, me entregue en cuerpo y alma a encontrar la esencia de la vida, fui capaz de transmutar la mente y abrazar la razón de mi existencia. Se precisa de arte mental para lograrlo, cuando descubrí los secretos de la vida, descubrí como transmutar mi mente.

De estado en estado: de estar feliz llego a caer en la ira. Caer en la irritabilidad me resulta oportuno y valioso, oportuno porque entre más caigo, más entreno la capacidad para pasar de un estado nefasto a un estado de apacibilidad lo cual es valiosísimo para esta mujer.

De grado en grado: cuando estoy en el polo más negativo, enojada o furiosa, aprovecho la negatividad para elevarme a la positividad y no lo hago cantando o bailando o ignorando el estado por el contrario pongo tremenda atención al bajo estado anímico y de ahí voy subiendo, subiendo, energizándome, centrándome, sintiéndome hasta tocar la apacibilidad. En otras palabras, subo mis frecuencias a fuerza de voluntad y espanto a la inoportuna mente para no estropear el cometido. Es lo más desgastante a lograr, pero lo mas satisfactorio a celebrar. Del estar en una profunda negatividad para instalarme en un estado más saludable me demanda altísima humildad para no ser devorada por el ego.

De condición en condición: cantidad de situaciones de vida he vivido, muchas de ellas desquiciantes, estrangulantes y hasta amenazantes. Condiciones que debí vivir aun y cuando las repeliera, no había nada que hacer. Me dispuse a vivir lo que me tocara vivir, jamás intenté nadar contra corriente por el contrario permití que los ríos embravecidos de la vida me atravesaran, aproveche toda tempestad que llegara a mi vida para rescatarme por voluntad propia, lo cual se tradujo en un aprendizaje único e invaluable, situación que me doto de habilidad para transmutar esta mente. El objetivo apuntaba a desarrollar habilidad para transformar situaciones de vida desagradables en condiciones de vida saludables y espirituales. Poseo los recursos suficientes para transmutar lo que no deseo, me centro en el buen vivir, hablando en términos espirituales.

De polo a polo: Mi mayor conquista fue pasar de las bajas densidades, a las altas frecuencias. Una real conquista porque uno no se escapa del ritmo de vida cotidiano, del ritmo de vida acelerado, contaminado, nervioso, estridente, enfermizo y hasta envenenado, ritmos de vida de los que nadie escapa. UNO tiene la capacidad de saber vivir dentro y fuera del tarro de la basura, hablando paradójicamente. Paradoja que se resuelve cuando uno se atreve a activar la transmutación mental, entonces el efecto sucede. Capacidad, energía y constancia fueron los requisitos indispensables para lograr saltar del polo más denso al polo más alto. Se encuentre como se encuentre la vida allá afuera, aquí adentro me ocupo en sanear esta mente tendiendo puentes de lo manifestado hacia lo NO MANIFESTADO. Es lo más loable que hago por esta alma que se empecina por “respirar saludablemente”.

De vibración en vibración: Si de algo me he de jactar es de mi capacidad para instalarme en las altas vibraciones y dejar pasar tan densas frecuencias. Puedo estar dentro de una tormenta y vibrar en altas frecuencias, lo sé porque me ha sucedido una y otra vez. Lo sé porque son las altas frecuencias quienes me inspiran para narrar como le hace UNO para transmutar la mente o hacer arte con la mente.