Celebrar mi realidad no es ninguna trivialidad, es el resultado de cuantiosas batallas conquistadas. Si de algo me he de enorgullecer es del hecho de llegar a la meta y decir; - vaya consuelito lo lograste- evocación mental que deja en el estómago una tremenda sensación de satisfacción, en el corazón un verdadero despliegue de alegría y en el cerebro un grandioso orgullo al saberme capaz de mirar el TODO -ah! que bien se siente decirlo- . Celebrar mi realidad me significa descorrer el velo del cómo se logra el equilibrio, del como conquistar mi propio Everest, del como ser gestora de mi propia transformación. Hablo de la disolución de mis bajas densidades, ansiedades, miedos, angustias, paranoias, cólera, violencia, hablo de ser capaz de mirar cara a cara mi EGO para evaporar tan denso ambiente que propicia, sea propio o ajeno. Increíble realidad que uno crea colocándose en otro contexto, contexto donde la vida se celebra, se respira la pureza y hasta se atrae la luz de la vida, así q...