Trabajar

El término “trabajar” ha sido modificado en esta mente. Su contexto ha sido concientizado en este corazón, he redefinido medularmente el significado del trabajar, he de reconocer que por años me mantuvo fuera de control tan simple palabra, palabra que me llevo a vivir bajo un contexto desgastante. Hoy en día trabajar me significa una poderosa virtud, una inquebrantable voluntad para activar mis capacidades e imprimir energía a mis actos en beneficio propio y en bien de otros. Sucedió al hacer mis ejercicios matutinos cuando la claridad al respecto surgió de repente. Me concentraba para no caer en antiguos pensamientos, insistía en fortalecer el silencio mental para ejercitarme adecuadamente, entonces me percate que trabajaba para mí, percibí el significado de activarme, aquilate la valía de hacer algo por mi e incluso deduje que trabajaba por puro gusto. Fue como caer en la cuenta de que; trabajar no necesariamente significa cansancio, tedio, obligación o compromiso, significa estar conciente de mí, me significa activación, renovación mental y espiritual. Me descubrí trabajando desde un contexto saludable, renovado y hasta apasionado lo cual ha transformado radicalmente esta mente. Si años atrás trabajar me significaba sobrevivencia o adquisición de una economía hoy en día y en cuestión de segundos me significo colaborar conmigo y con otros. Al redefinir el concepto me fortalezco tanto mental como espiritualmente, mis capacidades se expanden increíblemente. El termino trabajo cobro en mi un bendito significado. Me percate del poder que poseo para activarme y mirar diferente. En cuestión de segundos redireccione el sentido del trabajo, experimente una transformación, me di cuenta que cerré la loca carrera por conseguir efectivo a cambio de trabajar, añejo pensamiento que afortunadamente he traducido en ideas frescas y renovadas. Genero mis propios recursos desde una perspectiva creativa y saludable lo cual me inunda de satisfacción. Trabajo desde que me levanto y lo hago tan fervientemente que me apasiona sentirme viva, fluyendo energía, activando mis capacidades a base de trabajo hecho de corazón. La grandeza de trabajar me mantiene energetizada, saludable y espiritualmente satisfecha.