No es materia, mucho menos es tangible, no es algo que se forcé, obligué o empuje. No es atribuible a otros, no viene del exterior simple y sencillamente emerge de las profundidades, es la mismísima fuente de vida que poseo. Es sutil, poderosa y hasta cautivante esta energia y la aprovecho para transformar mis deseos en virtuosas realidades como la pureza mental, el bienestar emocional y la salud orgánica. Todo, absolutamente todo lo encauzo hacia la prosperidad espiritual y lo logro gracias a la energía que le imprimo a mente, corazón y alma el resultado es un estilo de vida sensato y sano. Si en el pasado mi mente era un caos, en el presente es un poderoso medio que empleo para idear, crear o transformar aquello que me propongo. Logre dar un orden divino a mi vida, logre una existencia estable, soy gestora de energias puras habilidad adquirida gracias al comprender toda presencia, actividad o luminosidad espiritual que recibo o percibo. Cuando algo hace ruido en mi cabeza, irrump...
Qué belleza de reflexión, eso nos pasa a la mayoría, tanta bulla no nos permite sentir su presencia y que todos los días nos habla. Un abrazo
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