Ilusiones
Mi compulsión por vivir a través de la memoria y la
anticipación fue la causa que desencadeno en esta mujer cantidad de enfermedades orgánicas
y mentales provocadas deliberadamente por mí. Y digo deliberadamente porque fui
la protagonista de albergar recuerdos, hechos, juicios, odios, rencores,
acciones, anticipaciones y no se cuanta basura más alojé en tan preciada mente
hasta el día que me deje Ser. No hay excusa para evadir
la realidad, no existe justificación del porque lo hice, la realidad es que caí
en la red del tiempo, fui protagonista de tremendos colapsos a mi Ser.
Vivir a través de la memoria robusteció mi mente de tremendas intoxicaciones,
se engolosino de todo lo ajeno a ella, consumía de todo, se alimentaba de lo
que le decían, escuchaba, aprendía o miraba engordándose de todo lo que le sonara
bonito, esplendido y hasta prodigioso e incluso se arropo de cuanta ley, hecho,
dicho o norma asegurara mi sobrevivencia, salvación o protección desafortunada
contaminación espiritual, desaforado correr por la vida sin ton ni son en aras
de perseguir la felicidad reacciones que se convirtieron en una
constante integrando mi memoria de paneles programados para robotizar el alma y
enclaustrar el espíritu. Mi mente se robusteció para vivir a través de
paradigmas, paradigmas que son capaces de llevarlo a uno a vivir de extremo a
extremo, de la serenidad al miedo, de la esperanza a la desesperanza e incluso
de la ilusión a la realidad. La paradoja reside en despertar y continuar
dormida, digo paradoja porque significa vivir dentro de la realidad y la ilusión
a tal punto de poseer la capacidad de mirar el TODO cristalinamente para no
caer en la fosa de la ilusión. Desperté a la vida cuando me coloque al otro
lado del río, desperté cuando mire a lo lejos el correr de las almas persiguiendo ilusiones. Desperté
cuando logre soltar la memoria, aquella que enfermo a mi mente. Las ilusiones me
extraviaron, arrastraron y obligaron a perseguir un futuro que no existía hasta el grado envejecer. Se
me figura una loca carrera colapsando alma y corazón y no se diga del cuerpo afortunadamente
me di a la tarea de ir por mí e iniciar de nuevo para aprender a vivir con lo
más poderoso que Dios dono a mi Ser; “la valentía para expandirme
universalmente” lo cual me torna inmensamente feliz.
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