Palabras, Ideas, Pensamientos


Cuando una palabra sale de mi boca sale en perfecta conciencia. Cuando una idea se prenda de mis actos se torna una realidad. Cuando un pensamiento llega a mi mente se registra constructivamente en mis pendientes para ser atendido, es mi cotidianeidad, es mi proceder y motor de vida cuando de procesar palabras, ideas o pensamientos se trata. Lo hago bajo la encomienda de entrega, pasión y amor por lo que hago. Verter palabras concientemente me demanda tremenda responsabilidad porque amo avalar lo que digo con lo que hago. Me mantengo en la línea de responsabilidad para no hablar por hablar, decir incoherencias o verter arrebatos emocionales. Me esmero por dejar salir de mi boca palabras que dejen entrever lo que realmente me habita así sea crudeza o sensibilidad. Estar avispada en el momento que voy abrir la boca, para hablar, es mi más aguerrida encomienda porque al parecer las palabras llegan a ser tan traicioneras que si uno no se encuentra en perfecta conciencia uno cae en el lodazal de la verborrea. Cada que tengo la oportunidad de hablar me esmero por verter palabras que dibujen y plasmen lo que me habita y cuando me encuentro ante situaciones grotescas y siento que no debo hablar opto por quedarme callada, callo para no verter basura emocional. Tremenda responsabilidad que vigilo segundo a segundo y que he conquistado a lo largo de los años paciente y concientemente. Cuando purifiqué el pozo de las profundidades me prometí no volver a contaminarlo con palabrotas, verborreas o negligencias por ello el valor de mis palabras contienen fuerza, naturalidad y realidad. Hoy en día me responsabilizo por cuidar lo que digo, emano palabras que contengan un real valor o contribución contrario a ello mejor callo. ¡Ideas, ah! que delicia es decir que uno tiene ideas para emprender, hacer o contribuir, es lo más preciado que me ha llegado a suceder lo cual aquilato cual fuente divina. El simple hecho de poner ideas en la mesa para ser ejecutadas activa mi cuerpo, enciende la pila orgánica, se emprenden acciones y lo más valioso; el cerebro se fortalece y el corazón late con pasión. Mis ideas van desde la simpleza de realizar trazos rutinarios sobre papel hasta llevar a la cumbre una grandiosa transmutación mental y espiritual. Cuando tengo una idea la pasión se enciende para echarla andar, activo mis capacidades, pongo en acción el conocimiento para planear, organizar, ejecutar y experimentar hasta concretar la idea. Una idea, activada, es como el nutriente de la energía que me habita, es como mi motor de vida. Es realmente encantador saberse capaz de generar y procesar ideas lo cual me otorga cantidad de experiencias, contactos, verdades, decepciones y hasta motivaciones por ello mi aguerrida pasión por no dejar en el tintero ni una sola idea por cristalizar por muy loca que sea. Pensamientos; si tan solo alguien me hubiese dicho tiempo atrás que no me creyera todo lo que oigo, veo o dicen mi vida sería diferente, mi vida seria exquisitamente purificante y hasta edificante, por haber estado exenta de tanta contaminación mental, mas no me arrepiento, por el contrario, cantidad de décadas contaminándome mentalmente me llevaron al punto de una sagrada purificación mental. Una purificación que solo da cabida a pensamientos saludables. Hoy en día no permito que ningún pensamiento atroz, negligente, desgastante o contaminante lacere mis sentidos. Hoy en día no permito pensamientos negativos, solo doy cabida a pensamientos constructivos y fortalecedores, pensamientos que me reconstituyan emocional y espiritualmente. Es increíble voltear a mirar el tramo de vida que he recorrido, me siento realmente saludable gracias a la alquimia de mis pensamientos. Gestar pensamientos nutritivos no es cuestión del azar es el efecto de la voluntad, la energía y la espiritualidad con que se vive, lograrlo requiere de entrega y silencio mental así fue como llegue al punto de vivir prácticamente en meditación, llegue al punto de vibrar en silencio y es tan reconfortante que uno se siente en tal exquisitez que se es capaz de mirar más allá del conglomerado mental que intoxica el alma. Cuando uno entra en silencio mental sé es capaz de irrigar madurez emocional, es como apaciguarse estando dentro de un océano embravecido. Linda experiencia que gane a puro pulmón, por pura convicción cuando me inicie en la búsqueda de la meditación lo cual me llevo a entrar en armonía con ella, con la meditación. Gracias al estar conciente mi mente es saludable, mi mente está en reposo. Lo dicho no es una panacea, lo reitera cada letra escrita, lo asevera mi mente en silencio, lo atestigua mi respirar y lo confirman mis actos al contactar con la madre tierra. Si mis pensamientos, hace décadas, hubiesen salido con la pureza que hoy en día les prodigo segura estoy que me hubiese librado de cantidad de batallas emocionales mas así estaba destinado mi destino el cual abrazo y elogio por haber tenido el temple de empoderar pensamientos, ideas y palabras.




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