"Nuestra alquimia nos protege"

Foto del 16 de Febrero del 2018
Ante tiempos tan inciertos nuestra alquimia nos protege. Ante la desesperanza e incertidumbre nuestra alquimia nos protege. Y digo nos protege no por alentar al prójimo lo digo porque soy prójimo y conozco el valor de superar las crisis. Mi expresión es experiencia traducida en realidad, es conciencia vibrando de energía y voluntad, es un hecho que se traduce en el respirar halos de serenidad y confianza que vierte mi propia alquimia. Y mi alquimia no es ninguna pócima, menjurje o elixir que prepara la mano humana, mi alquimia es alta vibración efecto de la estabilidad emocional, son delgados hilos de energía emanando de mis profundidades. Mi alquimia es luz guiándome de dentro, hacia afuera, es frecuencia uniéndose a las almas que me rodean, avivándose, moviéndose, conquistando crisis, sacando la casta para no ser presa de una pandemia emocional y todo gracias al efecto de una alquimia muy personal. Así corroboro la fuerza de la vida, así doy fe de que nuestros corazones laten en un bucle de iluminación. Es la luz proviéndome de entendimiento, impregnándome de poder. El poder de transmutar la enfermedad en vida, aun viviendo entre adversidades. Es mi alquimia quien me protege, hecho que aquilato cual joya invaluable. Poder que obtengo al vivir entre crisis y estar sumergida en ellas me exige activar mis capacidades, experimentar nuevas posibilidades de vida, impregnarme de energía y aprovechar la obscuridad para reinventarme. Llámale como quieras Dios, la Virgen, Jesús, la Biblia lo valioso es que me rodea un aura de protección. Cuando leí acerca de la alquimia no comprendía su significado, no daba crédito de que fuera aplicable a mí, lo concebía como algo ajeno, remoto, inexplicable y hasta loco sobre todo cuando de hacer alquimia para meditar se trataba, pasaba desapercibido tal hecho; “transmutar mi vida con alquimia” aun cuando ya comprendía la alquimia no la aplicaba hasta el día de hoy que me encuentro viviendo una crisis mundial, un hecho que me impulso a gestar y destilar mi propia alquimia para no contagiarme de pánico o ansiedad. Nuestra alquimia nos protege cuando estamos decididos a transmutar la vida, cuando somos capaces de no caer en las fauces del miedo, la desesperanza o el terror que expelen mentes deseosas de enfermar el espíritu universal. Anclarse en el centro del corazón es la medicina perfecta para saltar cualquier mal. Preparo mi propia alquimia cuando medito, cuando hago el bien, cuando contribuyo con la madre tierra, cuando hago arte con mis actos, reoxigenando mis humores se gesta mi alquimia la cual concibo cual aura de protección, cual armadura que cae sobre mi cuerpo protegiéndome del peligro que me acecha. Mi alquimia es el arte de procesar confianza, es impregnarme de energía para detectar nuevas formas de vida, es fuerza espiritual para resurgir de entre la adversidad. En estos instantes mezclo en mi caldero el poder infinito que Dios me otorgó y no necesito hacer un listado de los ingredientes porque los ingredientes son el paquete completo con el que llegue a esta tierra.
La alquimia que vierten hombres y mujeres aferrados a sus corazones la mire un día X, un día que me catapulto a reecontrarme con mi propia alquimia por ello el atrevimiento de generalizar el título: “nuestra alquimia nos protege”

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