Descuidada

No me sabia descuidada de hecho; no me había percatado de que soy descuidada, fue el hecho de recibir constantes mensajes acerca de; -no pones atención en los detalles- fue tal la constante que termine aceptándolo así que; -soy descuidada- situación que evadía porque la observación venia de otros, pero hoy en día lo acepto; -soy descuidada- y no es respecto a la vestimenta, aquella que da la apariencia al aspecto físico, a ello no me refiero, me conozco tan bien que es lo que menos me importa y no es dejadez es determinación para no anclarme en tendencias externas, mi descuido va más allá de lo que denota la apariencia, mi dejadez reside en la falta de creatividad, en el desarrollar nuevas capacidades, en el hecho de ser más cuidadosa respecto a las tareas rutinarias tres escenarios donde mi descuido sale a relucir a su máxima expresión y decirlo no lo soluciona, decirlo es el punto de partida para transformar antiguos hábitos en nuevas formas de actuación para superar la dejadez. Lo más cómodo seria decir que así soy y cerrar el dialogo, como lo he hecho con la vestimenta que porto, más sabedora que el ser descuidada afecta mi potencial lo más idóneo es remediar la situación a la brevedad porque de no hacerlo mi naturaleza corre el riesgo de estancarse en la dejadez.

Falta de creatividad. Poseo la información necesaria respecto a la creatividad, poseo la inspiración suficiente para ser creativa pero mi dejadez y la falta del detalle viene a obstruir tan anhelado deseo. Tiempo atrás abordaba la creatividad con tanto ahínco que hasta me sentía creativa, hablaba de ella con todos sus referentes bibliográficos, técnicas y hasta ejecuciones llevándome a creerme creativa pero me engañaba, me estaba ilusionando con actos fallidos de creatividad lo cual es una irresponsabilidad. Lo expreso fríamente porque hoy en día intento poner en acción la creatividad lo cual me exige esfuerzo, energía e inspiración. Conozco la ruta para llegar a ella solo me resta echar andar sus componentes. Requiero esfuerzo de tipo neuronal, entrega para pensar paralelamente porque al mínimo acto por replicar más de lo mismo la creatividad se esfumará. Me urge esforzarme a nivel cerebral para extraer de entre mis añejos pensamientos nuevas formas de pensar, sentir y actuar lo cual es altamente desgastante, más lo hago, lo hago con ahínco, sin perder de vista el objetivo. Estoy poniendo mayor atención al desarrollar mis ideas, me estoy esforzando por no replicar paradigmas conocidos lo cual me demanda energía, energía que logro concentrar cuando no pierdo de vista la meta. El requisito es crear ideas libres de encuadres, requiero ser capaz de pensar paralelamente, colocar en este cerebro nuevas formas de ejecución, razonamiento y proyección desconozco si lo lograre y es lo que menos me interesa por ahora estoy centrada en forjar nuevos estilos de Ser.

Desarrollar nuevas capacidades. Al parecer es mi talón de aquiles, como se dice coloquialmente, porque desarrollar nuevas capacidades es lo que más flojera me da, es lo que más evado porque me cansa y desgasta, pero lo atiendo porque quiero ser creativa, hasta me parece una falacia el plantear que quiero ser creativa mas una delgada línea de inspiración se enciende para activarme, para desarrollar nuevas capacidades. Cuando hablo de nuevas capacidades apunto a la capacidad de activar el razonamiento en aras de crear nuevas estructuras y conceptos a nivel cerebral ahí es donde tengo puesto el foco, como ahí es donde me pierdo dando origen a mi dejadez, declararlo no me exculpa por el contrario me aclara lo que debo reforzar en este cerebro. Soy bárbaramente descuidada respecto a las implicaciones del razonamiento. El solo detallarlo de forma escrita me produce somnolencia pues al parecer mi cerebro está programado para el confort más el deseo por atender tan añejo descuido me empuja hacer algo, me exige poner máxima atención a lo que hago. Conceptualmente sé por dónde debo iniciar y si mi pasión por la creatividad es tan fuerte pues me agarrare de ella para plasmar la belleza a partir de nuevas estructuras de pensamiento, el cómo lo haré lo desconozco, más la experiencia ya me dicta que siempre surgen soluciones para lograr lo que persigo, por ahora es tiempo de poner en acción nuevos estilos de pensar mañana se estarán reflejando los cambios en esta mujer. Cultivar nuevas capacidades me exigirá energía para procesar ideas frescas, sagacidad para desarrollar habilidades renovadas, aventurarme en un abanico de posibilidades y por supuesto imprimir esfuerzo a cada intento en aras de lograr el efecto final. 

Descuidada en las tareas rutinarias. Segura estoy que donde más descuidada soy es en la ejecución de tareas domésticas, lo dice mi actitud cuando de ejecutarlas se trata, lo atestigua mi cerebro que está programado para replicarlas de forma automatizada y desordenada, lo siento como algo tan despectivo que me resulta insignificante y trivial su ejecución. Llevo tiempo intentando remediar la situación para no menospreciar mi desempeño hogareño y al parecer creo que he avanzado en materia de aceptación, aceptar la labor rutinaria. De hecho, me valí de la labor domestica para escribir mi libro; “Meditar, sanación espiritual” el resultado fue maravilloso porque logre "meditar" aún ejecuto las tareas domésticas con cierto descuido pero procuro al máximo esmerarme, atender la operación con naturalidad, en absoluto silencio, sin sobresalto alguno. Cuando recién me iniciaba aceptar la tarea rutinaria me resultaba tan sofocante que terminaba erosionando mis emociones porque por más atención que ponía a lo que hacía, los pensamientos me arrastraban hasta el punto de desorientarme tornando mis movimientos torpes, atolondrados y descuidados basto una tremenda dosis de aceptación, una pizca de silencio para la toma de conciencia y entonces la apacibilidad sucedió.  Aun soy descuida en la labor rutinaria pero el ser consciente me retorna hacer las cosas bien, no evado su ejecución por el contrario aprovecho el descuido para hacer bien la tarea. Ser descuidada no me preocupa por el contrario me ocupa para atender uno a uno de mis pendientes y se siente tan bien mirar, sentir y abrazar tan loables logros que he ido escalando por pura convicción, por pura iniciativa.