Silencio

El silencio es lo más prodigioso que estoy viviendo, experimentando y aquilatando cual joya invaluable que habita mi Ser. El silencio es lo más sagrado que me ha sucedido y me afano en perpetuarlo cual fuente inagotable en esta mujer. He requerido de una increíble fuerza de voluntad para llegar al punto de decir que me encuentro en silencio, que vibro entre el silencio cual halo de luz que se expande y se expande a tal grado que me uno al latir de la vida. Siento el silencio irrigándome, refrescándome y hasta arrastrándome hacia la NADA cual mágica sensación imperturbable e inalienable. Es una bendición saberme poseedora de una tremenda virtud. Virtud que conquisté no por el azar, la gracia divina o por desearlo fervientemente no, lo logré gracias a la búsqueda, la reflexión y la preciada comprensión. El destino ya me tenía reservada tan increíble adquisición espiritual resultado de incontables vivencias, experiencias y aprendizajes. Mis ángeles ya me guiaban desde el momento de caer en tan convulsionado mundo de juicios, prejuicios, pensamientos y asfixiantes conceptos que casi me estrangulan, hablando emocionalmente, afortunadamente tuve el valor de liberarme a fuerza de voluntad, conciencia y una tremenda valentía para no caer entre las penumbras que extravían a las almas cual cortinas de niebla que enceguece el corazón. Y lo logre, vaya que, si lo logre, logre empaparme del silencio, sentir su sutileza, moverme cual vaivén que va y viene impregnada de apacibilidad hasta el punto de unirme al halo del divino silencio. Previo a escribir acerca del silencio, hube de enfrentar el bullicio, los problemas, cantidad de pendientes y festejos banales convulsionando mi mente al punto de enloquecer, afortunadamente poseo el habito de meditar por lo que sembré el silencio en esta cabeza cual semilla que descubre que el cerebro es el campo ideal para multiplicarse hasta el punto de oxigenarlo. Saberme poseedora del silencio me pone contenta porque gracias a el pongo en marcha mi comunión espiritual con la vida, fortalezco la meditación, clave de mi salud espiritual por ello me propuse conquistarlo hasta el punto de habitarme. En el momento que toqué el silencio; toque la “salud emocional” aquilate la “salud orgánica” y brinde por una heroica “salud mental” valiosos pergaminos que cuelgo al pecho mis ojos brillan de orgullo por la valentía de este corazón, la lucidez cerebral para pensar diferente e irrigar mi cerebro de un vasto silencio.
Salud Orgánica
El tiempo evidencia mi aspecto físico, salud o deterioro, consciente estoy de ello, pero mas consciente soy para mantener mi templo en optimas condiciones en aras de brindarle un alojamiento saludable a esta alma y espíritu.
Salud emocional
En cualquier instante mis emociones tienden a desestabilizarme, mas eso no es importante, lo realmente importante es mi capacidad para serenarme al instante.
Salud Mental
No quepo de felicidad por haberlo logrado; logre sanar... cantidad de intentos y finalmente lo conseguí. Conseguí sanar mental y emocionalmente gracias mis letras.

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