Saludable
Vivir saludablemente es alimentarme
de la sabiduría del cosmos, es vivir en comunión con el amor al pensar, sentir y actuar
integralmente tal y como llegué a esta tierra. Convencida estoy que tengo un
legado por cumplir, un legado que está escrito en mi hoja de vida, situación que
elegí por convicción propia y de mi depende descifrar, cumplir y retirarme de
esta vida cuando la dicha por concluir mi cometido brille en mis ojos. Recién voy
descifrando mi razón de vivir, como recién voy sintiendo la
maravillosa salud cuál fuente de vida brotando de mis adentros.
Pensar saludablemente es fortalecedor
porque al hacerlo íntegro cuanto desarreglo disfuncional enferma esta mente.
Paso mucho tiempo para comprender, aceptar, descifrar y conectarme con ella,
con mi mente, autora de cantidad de enfermedades que infectaron mi cuerpo, afortunadamente
me place informarme que voy sanando y que mi mente está en absoluto silencio. Uno
relaja a la mente cuando se toca la fuente de vida y si me preguntaran como es
la fuente de vida no sabría describirla pero sí sabría decir que vibra, pulsa
cual latidos del corazón, sube y baja cual ráfagas de energía y es tan luminiscente que parece luz irradiando mi Ser. Uno relaja la
mente al crear una fusión entre cerebro y corazón a uno se le pone chinita la piel cuando se descubre
y se siente el tremendo poder que se posee y lo que uno puede llegar hacer con el.
El poder de una mente relajada hace maravillas y hasta purifica el alma, uno no
cabe de felicidad por descubrir remedios integrados en uno, brebajes que se
preparan con una gran ración de sabiduría, una pizca de intención y un tonel de
voluntad, es mi receta favorita quien da paso a mi salud mental. Al estar
mentalmente saludable me surge el deseo por crear, inventar, razonar y hasta orar polifacéticamente así es como hago arte con ella, con mi mente, me valgo de la sensibilidad para
hacer lo que deseo, me sostengo de la fortaleza para iniciar y por supuesto que
no suelto la tenacidad para concluir cuando de hacer algo se trata y lo logró gracias al bendito silencio. Sentir
saludablemente es regirme por la conciencia, de caer en inconsciencias expondría
mis sentimientos a detonadores emocionales y terminaría convulsionada. Estar
saludable es gracias a la salud de mis sentimientos a la capacidad de convertir
emociones desgastantes en emociones purificantes, ardua tarea que me exige disciplina, constancia y
por supuesto fuerza para apagar la ira con serenidad, diluir
la tristeza con el cálido fuego de mi corazón e incluso descongelar
el miedo, aquel que me tenía paralizada, con la fortaleza del espíritu. Que
bien se siente descorrer en unas cuantas lineas como es vivir saludablemente. El actuar honesta y desinteresadamente conmigo realmente merece una medalla para ser
colgada a mi cuello, pero una gran medalla que cubra mi pecho de
satisfacción porque soy capaz de delatarme, exhibirme, sacar mi basura, poner
al descubierto cada pendiente tóxico que guarde mi cerebro y no sé si he
concluido para saberme honesta pero lo que si se; es que poseo valentía para denunciarme cuando me atropelló espiritual o mentalmente y si soy capaz de eso pues claro que soy
capaz de respetarme y respetar la vida que vivo. Toda situación que vive Consuelo la pone a prueba y pone una palomita o una cruz a sus aciertos o desaciertos así que no me
preocupo por el mañana me ocupo del instante para latir saludablemente.
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