Fe

Dos letras con tanta fuerza llegan hacer milagros en uno. Uno es bendecido cuando se tiene fe, fe es como espiritualidad irrigando el cuerpo. Con fe, se siente un halo de energía recorriendo la fuente divina, se desprenden vibraciones de dicha y serenidad, la mente se torna silenciosa conectada con Dios. Uno se instala en otra dimensión y hasta parece que uno es movido por hilos invisibles activados por designios divinos. Con fe uno posee el poder de vivir a lo largo y ancho del planeta gracias a la visión dimensional y la visión dimensional es la delgada línea que atraviesa el plano terrenal, es la conexión sutil e imperceptible que toca la esencia divina y en ello tengo puesta mi fe; en mi conexión con él. Un festín emotivo adorna la entrada de este escrito intentando dar paso a mis nuevas adquisiciones;  fe en mí, en lo que soy y en lo que hago. La fe en mí se configura gracias al poder espiritual que poseo, recién lo he deducido, he sentido el efecto de la espiritualidad, mis facultades tanto conocidas como desconocidas se han visto fortalecidas gracias a la fe que deposito en mí es como si hubiese encendido el botón que me conecta a la vida celestial. Aunque ya era poseedora de fe lo real es que la canalizaba hacia el exterior y no hacia mis profundidades fue a partir de que me instale en mi fuente de vida cuando el botón de encendido se activó y el efecto de lucidez sucedió. Lo que soy exteriormente no tiene nada de extraordinario, de hecho soy tan ordinaria que a simple vista mi persona se mira de lo más común y corriente pero lo que soy interiormente es como un lago profundo e infinito ondeando espiritualidad, irrigando mis latidos de energía, refrescando mi mente y activando mi cuerpo se constata al mirarme e incluso se puede escuchar cuando salen palabras de mi boca.  Lo que soy lo manifiesta la energía que desprendo, el aura que me protege y la fe que pongo en mis sentidos al desplazar a este cuerpo por distintos punto de la tierra que piso. La fe en lo que hago es definitiva lo sé porque estoy consciente de mis actos. Tiempo atrás puse mi fe en otras personas y al final termine colisionándome efecto del vivir inconscientemente pero hoy es distinto porque tengo la fe puesta en mí, en mis sentidos, capacidades y habilidades. Cada que pongo la fe en mi cosas extraordinarias suceden.        

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