Lo sutil de la vida
Lo sutil de la vida me resulta tan
sutil que una tremenda sensibilidad y delicadeza brotando de esta mujer lo
puede captar. Lo sutil de la vida lo encuentro entre lo grotesco de mi rostro
cuando se topa con la adversidad y la belleza de lo natural cuando me encuentro
con la divinidad. Parece una reverenda incoherencia lo que escribo más heme
aquí corroborandolo. Lo sé porque resurgí de entre lo grotesco de mis
reacciones al percatarme de lo funesto que llegan a ser mis actitudes e incluso
soy consciente de la violencia que
llega a gestar mi boca pero gracias a ella, a la conciencia, voy impregnándome de lo sutil de la vida, voy gestionando
una nueva forma de vivir, sentir y aspirar la finura de mi respirar lo cual me
lleva a reaccionar diferente, no con un nuevo rostro porque siempre me veré
seria y hasta hosca, me lleva a reaccionar conscientemente porque dentro mí la
sutileza irriga esta sangre, mis sentidos cobran otro sentido lo cual no quiere
decir que me enmascare significa que estoy aprendiendo a tomarme la vida con delicadeza.
Cuando mis reacciones hacia la vida llegan a ser grotescas e hirientes en automático
todo mi espíritu se colapsa, sonidos de otro espectro me invaden, el aire se
torna pesado, la piel se me enchina, camino torpemente y si no atiendo de
inmediato las inconciencias que estoy gestando en cuestión de instantes me
siento fatal, avergonzada al ser capturada por mis bajas densidades y la falta
de voluntad por perder la sensibilidad. Me resulta una atrocidad corromper lo
sutil de la vida en cuestión de instantes más me es gratificante saberme capaz
de rescatarme en cuestión de segundos para continuar prodigando tan mágica ruta
de iluminación. Cuando lo grotesco de mis reacciones saltan a la vista automáticamente
me aferro a la conciencia, solo así recupero el control de mi respirar, me doy cuenta
de lo que soy, no intento justificarme por el contrario apelo a la cordura que este
cuerpo conoce, me instalo en el centro de mi Ser y recupero el espíritu que sabe rectificarse. Estoy aprendiendo
a contrastar lo sutil de la vida con lo pesado de mis reacciones y cada que lo
hago me voy quedando empapada de tremendas experiencias para no replicar lo que
enferma el alma. Lo delata mi diario proceder, lo constata mi voluntad por
aferrarme al cambio por sentir la sutileza irrigándome por doquier entonces
miro diferente la vida y cuando digo mirar, no aludo a ser espectadora, aludo
al saber reaccionar sutilmente bajo el temple de la serenidad y la sabiduría a
eso le llamo vivir, vivir activamente y reaccionar delicadamente en este plano
terrenal. Capturar lo sutil de la vida y vivirla a conciencia no me vuelve débil, nótese como me aferro a la fuerza,
por el contrario engrandece mi poder, el poder de la inteligencia para discernir
sabiamente entre lo grotesco de la vida y
lo sutil de la tierra que piso.
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