Confiar

Confiar es como la suave melodía que me va llevando por la vida. Confiar es como el canto de la vida atrapando mis sentidos, guiándome por caminos saludables. Me resulta inevitable el desbordamiento de tal sensación en este instante, justo ahora que escribo. Narro lo que es confiar para mí bajo la pulcritud de la sinceridad, bajo la transparencia de la originalidad y la efusividad que deja tan exquisita sensación de confiar en uno.
Lo más desafortunado que puede llegar a suceder a la humanidad es perder la confianza, su propia confianza, no existe mayor desgracia que vivir entre desconfianzas e incluso desconfiar de uno mismo, lo despliego con tal reactividad porque lo he sentido, he vivido tan violenta sensación que hasta sin aliento me he quedado. Resulta cruel y nefasto permitir que la desconfianza se adhiera a la piel y lo más grave es permitirle que mine el alma porque entonces se pierde la seguridad y el vivir en paz con la vida. Hablo por mí, porque soy desconfiada pero también soy arriesgada, afortunadamente he logrado discernir entre el confiar y el desconfiar; apuesto por la lealtad y honestidad de Consuelo, pongo las manos al fuego por las virtudes de esta mujer lo cual me da garantía de lo que afirmo y desconfiar de lo ajeno a mí, porque el hecho de ser confiada no significa que confié en otros, quien soy yo para decir en quien confiar y en quién no, en tanto esta alma y espíritu estén invadidos de confianza me queda claro que todo evento, tropiezo, percance y hasta pérdida que llegue a vivir los viviré serena, confiada y segura de eso se trata recuperar la confianza en uno, de familiarizarme con lo inesperado y hasta desafortunado de la vida. Consuelo jamás ha confiado en otros de hecho al parecer mi naturaleza siempre ha sido la desconfianza, solo confió en mí porque soy la única aval de lo que hago, pienso y digo. Tiempo atrás carecía de confianza en mi, sobre todo cuando de iniciar nuevos proyectos se trataba, como el crear virtualmente, sentía mis trabajos feos y hasta me avergonzaban, efecto de no tener confianza en mí, y efectivamente me faltaba muchísima producción pero si retrocedo diez años atrás me sorprendo de los grandes avances que he tenido gracias a que he confiado en mí, gracias a que no he claudicado, sigo desarrollando habilidades y  nuevas capacidades, lo más afortunado es que no estoy muerta lo cual significa que me queda mucho tiempo por delante para continuar puliendo habilidades, cualidades y por supuesto tan atesorables virtudes a  eso le llamo confiar en lo que Soy. Tiempo atrás el brutal ritmo de vida que vivía terminaba atrapandome, asfixiándome en ese entonces no tenía tiempo para confiar, la prioridad era sobrevivir, afortunadamente todo llega a la calma y hoy en día me doy el lujo de descubrir vetas que tenía enmohecidas como el confiar en mí. Confió lo cual no quiere decir que confié en el exterior, de hecho cuando me atrevo a echar una mirada al exterior una ráfaga de atrapa humanos se asoma por doquier, que barbaridad que afán de tender trampas a la almas, en fin lo importante es que no soy ejecutora de tan despreciables actos por el contrario soy actora de erigir día con día nuevas capacidades en esta mujer gracias a que confió en mí.

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