El arte de meditar

El arte de meditar es tener el control de mi vida y eso me está encantando. A mayor práctica para sentir el silencio en mi ritmo de vida, agitado y con cantidad de pendientes, me puede fascinar. Gracias a esta nueva habilidad que voy desarrollando pongo a prueba mis capacidades físicas y mentales pero en especial descubro el poder espiritual que me habita. Al meditar experimento lo encantador que es hacer arte, pero arte con la mente. Justo hoy cuando me encontraba en la faena doméstica, en completa meditación, en el silencio absoluto, supe el significado de hacer arte meditando. Es de noche, la mente se encuentra en reposo y se ha prendado de mi corazón para exponer lo que es para mí el arte de meditar; resulta etéreo, sublime, el cuerpo se mueve al ritmo de la vida diaria con tal ligereza que parece volar, pueden presentarse cantidad de inconvenientes pero el silencio parece atravesarlos. Me muevo en absoluta sintonía con el silencio, se me figura que voy haciendo magia con mi vida. El arte de meditar es como caminar por una delgada línea entre bullicio y contemplación. Neutralizo los efectos del ritmo de la vida diaria y genero mi propia causalidad, así es un trozo de letras dio fe de mi contemplación absoluta.