"Padre"


Tu visita fue tan exquisita para este corazón que han pasado varias horas de ello y aun me invade tu recuerdo, me dejaste con una tenue sonrisa en la boca. Sorpresiva, inesperada y fugaz, fue tu presencia, bastaron instantes para impregnarme de tu divinidad. Parece que leías mi mente, parece que estabas mirando mi trabajo espiritual, trabajo que me atreveré a compartir con otras miradas, porque el hecho de tu visita me inspiro profundamente para ser enviado a otras almas. Sucedió hoy al despertar e iniciar mi faena hogareña; sacar a mi perro a pasear, hacer las labores domésticas, trabajar en el computador motivada por la fila de pendientes que voy acumulando en el día a día, todo iba bien hasta que mi bendita serenidad se puso a prueba; sonidos estrepitantes y estruendosos rugían por doquier, ruido ensordecedor que he venido escuchando desde hace varios días, y ahora se repetía justo cuando iniciaba a trabajar en el computador. Ya desde la noche anterior el martilleo del vecino, por allá de las once de la noche me levanto de la cama abrumada y con pesadez, retorne a la cama por allá de la una de la madrugada, cuando el silencio invadió mi recamara. Dormir poco, levantarme con pesadez e iniciar a lidiar con el ruido exterior género en mi cerebro una alteración total. Escenario que crispaba los nervios, sabía que tenía que hacer algo para serenarme, meditar ante esas condiciones no era posible, así que busque dentro de mi portafolio de herramientas emocionales y saque de él los cuatro principios que he venido practicando cada que se desajusta mi mente, obvio que por la alteración del cerebro. Cuatro pilares de un total de siete, son el medio al que me aferro cuando de sanar espiritualmente se trata, siempre me rescatan de cualquier situación por muy nefasta que sea, Narrare brevemente como logre entrar en serenidad ante el ruidoso ambiente que circundaba la casa.
Mente viviente (primer principio); urgía purificarla, apremiaba llevarla a reposo por lo que polarice (principio de Polarización) de inmediato mi mente  para salir de la negatividad que estaba provocando tanto ruido en cerebro y corazón. Urgía subir de gradación al polo positivo, y entiéndase que en ningún momento se trataba de ponerme contenta, ignorarlo o aceptarlo para nada, había que subir de gradación de lo a lo + se trataba de elevarme  a una Polaridad más pura. A la par entre al principio de Ritmo; no tenía por qué criticar, prejuiciar o molestarme por el Ritmo de vida de otras personas que ahora estaban infectando el ambiente, había que subir por encima del ego, una de mis grandes hazañas que domino actualmente casi a la perfección. Aplique el principio de Causalidad; era momento de ser la causa de mi propio remedio y no el efecto de lo que otras almas provocan en mi entorno, mi causa residía en serenarme, reposar mi Mente Viviente, Polarizar el cerebro en gradaciones más puras aun entre estruendosos sonidos. Principio de Vibración; parece que todos los principios se conectaron en mí, porque en cuanto me serene vibre serenidad y hasta orgullo porque lo estaba logrando, me estaba rescatando de tan bajas densidades. Breve fue el tiempo que pase realizando mi trabajo espiritual para entrar en serenidad, aun estando sumergida en un entorno altamente ruidoso. Casi grito de alegría…guau!!! qué fácil es desprenderse de vibraciones tan bajas. El ruido continuaba y yo me di a la tarea de continuar la limpieza de casa, no era momento de crear en mi computador. Concluí la limpieza de casa por allá de las once con cincuenta y tres minutos y para cuando me disponía a cerrar la puerta de casa, aquella que había dejado abierta para que se secara el piso,  él se posó frente a mí y en voz alta exclama; "padre"


Comentarios

Entradas populares de este blog

Barro hediondo

Cuatro palabras

vacio sublime

Serenidad

Benemérito Instituto Normal del Estado "Gral. Juan Crisostomo Bonilla"