Inspirada

Inspirada en la vida, inspirada en mis sensaciones, simplemente inspirada. Inspirarme es ese fluir que me impulsa a crear, diseñar, experimentar, vivir y hasta alucinar de alegría. Inspirarme me lanza irremediablemente a generar y generar lo que sea y eso definitivamente es apasionante para esto que habita dentro de mí; el espíritu. La inspiración más sagrada que he llegado a experimentar es sentirlo a él, vibrar con él. Se dice tanto de él que llego a concluir; más que decir su nombre, hay sentirlo, dejarse impregnar, permitirle la entrada, abrirle el corazón, sentir su esencia. Habitarme fue lo más sagrado que me sucedió, me volvió consiente. Todo lo que he de hacer, lo hago inspirada en él, así sin decir nombre alguno, llamarlo, aclamarlo o pedirle y pedirle no, lo que he de hacer lo hago así tal cual, sintiendo su guía, dejándome llevar por sus vibraciones, viviendo su exquisita inspiración. De hecho he dejado de hacer lo que estaba haciendo ahora para capturar la esencia de estas letras que intentan describir la inspiración, letras que se agalopan en todo mi Ser acompasadas por la bella música que escucho. Inspirarme me ha sucedido cantidad de veces y cantidad de veces la dejado pasar de lado. Hubo un tiempo en que no atendía  su llamado, afortunadamente ya es pasado. Hoy en día cuando la inspiración toca mi corazón la atiendo de inmediato, cristalizo lo que aclama cada átomo de mi Ser, dejo lo que estoy haciendo para darle salida.
Que bien se siente  decir que uno está inspirado, que uno es capaz de dejarse atrapar por la sublime llama de la creación para generar eso que es casi como una melodía atravesando mi Ser. Me ha sucedido que la inspiración de repente me abandona pero el solo hecho de rememorarla es como hacerle un llamado, es como traerla de vuelta y de pronto ahí está inspirándome en lo que hago. Inspirarme es una de tantas prácticas que echó a andar día a día  y no se trata de forzar mis actos, se trata de afinar mis sentidos basados en la inspiración para crear. Uno no siempre está inspirado pero no es un obstáculo para dejar de hacer lo que se anhela, desea y hasta sueña. Cuando se tiene claro el objetivo, se encaminan las metas y una meta no es cuestión de decirla, nombrarla o vislumbrarla, para nada. Una meta es la culminación de aquello que un día visualizaste y que para llegar a ella deberán sucederse cantidad de acciones, obstáculos, carencias y hasta agotamientos  o quizá el camino fue rápido, transparente y de pronto llegaste a la meta y eso sí que es celestial.
La inspiración puede llegar a ser parte de nuestra naturaleza, solo se requiere sentirla y casi me atrevería a decir que nos habita por naturaleza, solo que la perdemos de vista al extraviarnos en el camino de la vida. Llega cuando menos lo imaginas, llega cuando menos lo piensas y no es una cuestión de elección, gracia o virtud, es una cuestión de verdadera apertura y centramiento para dejarla entrar, así de simple es para mí la inspiración y así de simple me toca casi a diario.

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