Sublime Noviembre

Sublime noviembre… un mes maestro, un mes impregnado de invisibles hilos empapados de energía, sabiduría e inteligencia. Poderosos elementos que solo la conciencia es capaz de sentir, recibir y transformar. Me basto abrir los sentidos para recibir lo que el destino me enviaba, dictaba, entregaba, dándome la bendita oportunidad de ser humana, inconfundiblemente humana colmada de un vasto poder interior. Poco a poco voy recuperando aquello que derroche, perdí o negué por varias vidas; mis dones. Quizá fue la obscuridad o la inconsciencia no lo sé, solo descubro que estoy lucida, ecuánime, sensible a todo lo que me rodea. Estoy consiente, puedo discernir, sentir, abrazar lo invisible de la vida y fue noviembre quien me obsequio tan exquisitos manjares para el alma. Día a día recibía la fragancia de la divinidad envolviendo mis sentidos de poder divino para descifrar; de que estoy hecha. Noviembre fue un mes sublime, maestro porque me tocaron estelas de luz. Inteligentemente deje partir el ego aquel que me avasallaba, sé que regresara pero noviembre me mostró como despedirlo inteligentemente. Sabiamente consolide mis actuaciones, mi forma de vida, mi diario respirar, mi despertar a la vida. La energía me invadió, descubrí como almacenar tan poderoso elemento que abastece el alma. Solo me di a la tarea de vibrar en mi propio circulo, sin extraviarme o contaminar el aura de mi Ser día a día, hora a hora, minuto a minuto y el resultado fue increíble, se me figura que fue como tomar un baño religioso dejando la piel brillante de dicha. Noviembre fue para  almacenar energía y descubrir lo poderoso que se puede tornar cerebro y corazón al empaparlos de su poder. Noviembre fue sublime porque me deje tocar por Dios, atendí mis pendientes de otras vidas aquello que rodeo, pospongo o evito y que por designio he de vivirlos. Noviembre me invito a mirar el correr de la vida y mantener la luz encendida de este hogar. Inhale más de una vez la presencia de él cuidándome, protegiéndome, guiándome y no dude ni un instante en recibirlo. Afine la meditación para entrar en contacto con el universo, la experimente a flor de piel al caminar en absoluto silencio y sentir oleajes de bendiciones. Noviembre fue mes maestro porque puso a prueba todo aquello que digo Ser. Sublime noviembre que hasta el último día me coloca en la balanza de la vida, me enseña a no tambalear, a vivir en un exquisito equilibrio mental, corporal y emocional. 

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