Un mes + de vida
En el pasado el significado del
tiempo era tan apremiante que vivía sumergida entre segundos, minutos, horas,
días, meses, años, ciclos que se van desvaneciendo lindamente de esta mente. En
otras palabras el tiempo esta dejando de exprimir cada átomo de mi vida y eso
simplemente es radiante. Quizá hostigue, empalague e incluso me vea ridícula al
hablar todo el tiempo de bonito, lindo, bello pero es inevitable para mí, es el
riesgo que corre quien toque mis letras con su mirada. Lo que escribo o hablo no
lo digo a la ligera lo expreso bajo un tremendo significado espiritual y bajo
ese significado iniciare a rendirle pleitesía a tan divino mes que se va;
agosto.
Aun y cuando he dicho que dejó de
importarme el tiempo, no dejo de importarme su significado, hablo de los acontecimientos del día a día, porque justo ahí está contenido el secreto para generar tremendas
purificaciones al alma y el espíritu, fue lo que me aconteció durante el
mes que casi culmina y lo agradezco infinitamente. Debí estar en total centramiento para recibir cada instante bajo todo su esplendor, decir
esplendor fue como dejar entrar la luz, la luz que me dejo mirar, sentir y
vivir todo tipo de sensaciones mentales y corporales desde serenidad, alegría,
ira, resquebrajamientos, ansiedad, paz oleajes que cimbraban mi sangre,
atontaban mi Ser dejándome sin aliento y odiaría detallarlos porque sería
absolutamente terrenal describirlos. Sencillamente los recibí,
tome tragos de todos ellos y todos ellos me dejaron empapada de tremendas
experiencias. Vivencias que se tornaron éxitos espirituales porque pude
tocar lo intocable, mirar lo invisible, descifrar lo indescifrable y al hacerlo
alocadamente bailaba de alegría entre sucesos aun y cuando estuviera hundida
en la ansiedad, el solo hecho de
conocer su origen me hacía feliz, tan feliz que parecía locura terrenal. Fue la
meditación quien me elevo a tales niveles, quien me mostró la realidad, fue como
tocar el otro umbral, como convertirme en ondas de energía.
En agosto expandí la meditación, me llevo a tocar otro umbral, me mantuvo centrada, observando el “todo” Medito en cada paso que doy...caminando, comiendo, cenando, trabajando en pocas
palabras me pierdo en todo acto que realiza este cuerpo en especial ante situaciones negativas, meditar me llena de luz, una luz nunca antes experimentada,
es como mirar lo que sucede en el entorno estando en el centro, en mi centro. Increíbles sucesos vividos
durante agosto, incluso hubo un día
en que yendo en el coche me detuve a decirle a Dios; entiendo, entiendo el significado de lo que me quieres decir,
lo sé, lo expresaba loca de alegría y de
pronto surgió frente a mi y cuando eso sucedió; entre en plena comunión con él y eso jamás lo olvidare, casi bailo de alegría ante tal experiencia ahí entre el tráfico.
Tiempo atrás concebía agosto gris,
sin ningún atractivo solo esperaba septiembre para enfiestarme patrióticamente,
jejeje que loca, eso solo es domesticación mental, bendito Dios que estoy
liberada. Redescubrí un agosto
magnifico, es más apuesto que los grandes sucesos suceden en este mes y haberlo
vivido a corazón abierto fue una bendita consagración al alma. Me fui purificando
día a día, hora a hora, segundo a segundo recibiendo de todo, aclarando mi
corazón, trabajando en mí y aunque fue extenuante no desistí. Me adentre en mis
profundidades, saque del bolsillo eso que llaman virtudes, eche a andar la
disciplina, tome el estandarte de la entrega y la luz de la conciencia.
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