Despierto para trabajar conmigo
Es una delicia levantarme sin pesadez
de la cama, levantarme liviana, sin pensamiento alguno, al natural, sin
pendientes del pasado o preocupaciones del futuro. Decirlo, requiere de alta
conciencia, años atrás el letargo, las preocupaciones e incluso la ansiedad al levantarme de la cama era una fea tortura al corazón. Era tal el impacto que
se traducían en sueños al ir a dormir y obvio que al despertar pues todas ellas, las preocupaciones, ya estaban
haciendo fila para continuar torturando esta linda cabecita durante el día.
Cierro un mes más y cerrarlo
agradeciendo a la vida es una tremenda oportunidad para continuar explorando,
sintiendo y experimentando el terreno emocional que voy ganando por pura
experiencia propia. Descubrí que me auto destruía, afortunadamente deje de
hacerlo, lo constate anoche al irme a dormir cansada y plena de vida, me
percate de la capacidad y el potencial para imbuirme en las exigencias de la
vida, atendí un día de constante actividad y al llegar la noche para ir a la cama
caí en un sueño profundo y reparador hasta el día de hoy. Un despertar liviano,
sagrado, un despertar que me tiene escribiendo lucida, centrada y motivada, descubro que soy capaz de dar vida a mis letras y eso es tremendamente
lindo! es una sensación de paz y serenidad. El costo fue alto, pero valió la pena... requerí de
constantes pastillas de firmeza para no claudicar, de innumerables tazas de the
para irrigar mi corazón de sobriedad, de perderme entre aromas y sonidos
celestiales para no caer en la pesadez mundana. Muchos fueron los ingredientes
a los que me aferre para despertar en comunión con la vida, sentirlo dista
mucho del decirlo o escribirlo, el resultado es tan poderoso que en
este instante me digo; -volvería a repetir la experiencia, de ser necesario-. De vez en cuando el letargo aún me invade al
despertar, pero conozco muy bien cómo escapar de él en cuestión de segundos y lo
logro! vaya que lo logro, por ello hablo del volver a repetir la experiencia,
porque me he vuelto una experta en rescatarme. Hoy en día levantarme es
precioso, mi primer acto es irme al instante, a mi respiración y a la realidad
que me rodea, así estoy unos segundos hasta tomar conciencia de todo mi Ser, es
como un ritual matutino; me centro en mi
esencia y me agarro de mi existencia. Hoy en día despierto liviana y para
cuando estoy bien despierta me pongo a trabajar y me mantengo alerta de aquello
que llegase a contaminar mi alma así me aseguro de; -volver a despertar lucida y feliz-
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