Nunca decae mi ánimo!

Nunca decae mi ánimo… valiosa cualidad que me habita. Claro que es inestable y tremendamente impredecible. Aunque reconsiderándolo; eso de que nunca decae mi ánimo seria como vivir en el país del nunca jamás o del que siempre estoy feliz, lo cual es falso. Quien declara a la ligera que es feliz, desconoce que está declarando que es infeliz pues la realidad de la vida gira en torno a lo negativo y lo positivo. Quien ríe, llora, quien ama, odia, quien goza, sufre sencillamente es la naturaleza de la vida. Poniéndolo en otro contexto es como si en este momento me declarara bondadosa, de inmediato la maldad brotaría y eso sí que “no lo permito”. Vigilo apasionadamente cada acto, palabra o pensamiento que amenace con brotar sin coherencia alguna de este cerebro, en especial del corazón. Luego entonces aclarando eso de que; nunca decae mi ánimo prefiero enfocarlo a; -mi ánimo es tan versátil como la vida misma- Sí… mi estado de ánimo es tan versátil que ahora mismo se ha prendado de mis dedos para dedicarle un lienzo de letras al ritmo de la música que escuchan mis sentidos.
El ánimo visto desde un enfoque científico lo llamaría motivación según Maslow y su pirámide de motivaciones pero yo prefiero quedarme con lo simple, con el termino; ánimo para darle mayor nitidez a lo que deseo expresar.  Para mi motivación o ánimo, lo he manifestado en más de una vez, no se obtiene de fuera, brota desde  la  fuente de vida. Linda virtud que me ha pertenecido desde que tengo razón de Ser. Animarme o estar motivada no es cuestión de otros, delataría minusvalía y eso definitivamente no me caracteriza. He descubierto que mi ánimo es energía, energía que resguardo religiosamente, es parte de mí, soy energía. Cuando uno descubre que está dilapidando energía, es una alarma para cuidar lo que nos fue otorgado. Muchos justificarían tal hecho expresando que es imposible en los tiempos de hoy en día pues el trabajo, la economía, los hijos, la pareja, la familia todo te pone de cabeza, así que como vas a tener ánimo, pero me permito ratificar que se puede, a menos que antepongas lo material a tu vida. Los tiempos siempre han sido los mismos, el ser humano es quien determina como vivir; dilapidando su energía o vigilándola por el bien propio y el los suyos, así que reitero; -es posible vivir impregnado de ánimo, si se posee energía-
Lo que menos desearía en este instante es dar algún tipo de receta secreta para impregnarte de ánimo, ese no es mi papel y seria nefasto. Aun cuando me he desviado un buen... retomo lo que me compete;  mi ánimo!. Si Maslow me leyera en este instante diría; -esta mujer está delirando- y yo le diría; -si deliro- deliro de los descubrimiento que voy haciendo pues pase del motivarme a tener buen ánimo, del tener buen ánimo a comulgar con el espíritu. Por fin conozco que nada tiene que ver la ciencia de la motivación con la vida misma, con la realidad de uno. Así fue como termine extraviada en la vida, siguiendo remedios metodológicos que solo aliviaban la superficie de mi Ser mas no lograba aterrizar en mis profundidades…ah! cuanto me equivoque. El ánimo es tan cambiante y vulnerable que no importa si cae, importa si uno es capaz de levantarlo y lo logre. Logre des-programarme del cerebro, logre un estado ánimo versátil, brillante cuando me aleje del cerebro, este cerebro quien tiranamente me dictaba que hacer, qué no hacer y no porque esa sea su naturaleza no, para nada, su naturaleza está al servicio de la inteligencia más no para apesadumbrar al corazón. El punto es ser capaz de danzar con la vida, descubrir como impregnarse de energía.  El punto es tener la sagacidad de transformar el ánimo en un poderoso espíritu capaz romper barreras, destruir programaciones, incendiar paradigmas. Un espíritu capaz de sobrepasar los tiempos, sean cuales sean al final de cuentas el espíritu que uno posee es realmente quien lo encumbra y descubrirlo es lo más sagrado que a uno le llega acontecer.

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