Saber es trascender
El conocimiento abre las puertas de la existencia, conoces
la verdad, te das cuenta, miras y sientes como se va moviendo el mundo y ello más
que alegrías trae tristezas, problemas, ansiedades e impotencia. Así que… si
estas lista para proveerte del conocimiento bien, porque solo el conocimiento
nos hace libres, pero la libertad tiene un precio y el precio es justo trascender,
trascender más allá de lo terrenal. Quien posee el conocimiento y no sabe qué
hacer con él, le genera ansiedades, es un hombre o una mujer que aún no ha sabido trascender su propia vida, porque para que cargas una biblioteca en la
cabeza si como hombre o mujer vas por la vida renegando de ella, acusando a
otros, buscando pleitos porque eres erudito o simple y llanamente vives en
total amargura. El conocimiento es tan vasto que no solo se encuentra en la
aulas, en este mismo instante te está tocando. Uno siempre tropieza con él, está
a nuestro alcance el gran reto es tomar conciencia de él.
Recuerdo que en mis tiempos de infancia él debe del conocimiento era asistir a la
escuela para adquirirlo no había otra forma para obtenerlo. Bendito Dios que
eso termino, por fin hombres y mujeres hoy en día pueden estudiar donde
quieran, como quieran, lo que quieran. El conocimiento está a su alcance basta
darse cuenta que está en sus manos, a un paso. Es maravilloso darse
cuenta de la gran oportunidad y eso precisamente me sucedió; me di cuenta. Si
uno está realmente interesado por el conocimiento no necesariamente se requiere
de sentarse en un pupitre, basta tener entre las manos el deseo, la fuerza ante todo el ahincó para ir por él, entonces descubres el mundo del que hablo. Me
da una tremenda alegría saber que el conocimiento se ha abierto para todos
basta tener una pizca de sagacidad para adquirirlo. Quizá pensaras;
esta mujer está loca, eso cuesta ¿que escuela es? ¿donde es? ¿como es?, -quiero
un título-, una calificación, -un certificado- por lo que respondo; -claro que
cuesta- pero existen múltiples tipos de costos para ir por el conocimiento. Con el solo hecho de no aferrarse a los bloques de concreto que fueron
alojados en nuestro cerebro para no crecer, para limitar nuestras aspiraciones descubrirías
casi de inmediato como conseguirlo, el solo saber cómo conseguirlo, ya es
conocimiento. Mi sentir siempre aclamo en mis adentros; -así tenga que trapear
pisos- si descubro por mí misma cómo se hace perfectamente, el conocimiento
me abra tocado.
Hace más de cinco décadas una niña que no sabía escribir en un
pizarrón hoy se encamina a trascender el conocimiento y alabo tan divino cerebro,
pero sobre todo reverencio mi sagrada esencia para no claudicar.
Hace poco no sabía lo que era una etiqueta, las redes sociales, los programas, mucho menos como se hacían los vídeos pero en un mínimo de
tiempo el conocimiento de la tecnología ha llegado a mi cerebro. El
saberlo me deja gratas satisfacciones por descubrir el poder del cerebro a
esta edad, ahora el reto es trascenderlo pues si hiciera alarde de él me estaría
contradiciendo. Trascender el conocimiento es mi siguiente paso y es tal mi devoción que miro con transparencia por donde he de caminar.
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios son bienvenidos