Rezó

Rezó para
confortar el alma y
renovar el espíritu.
Cuando  rezó parece que vuelvo a renacer.
Rezo cada amanecer;
centro mi respiración en el corazón,
abrazo el cerebro con una leve sonrisa,
levanto el cuerpo aun cuando se torne somnoliento,
enciendo mis motivos serena y religiosamente,
calibro el cerebro para centrarme en el instante,
acaricio mi rostro con la tenue luz de la luna,
me visto de energía y salgo a caminar…
Al caminar elevo un profundo abrazo
al cielo envolviéndome entre su vastedad y esplendor.
Así rezó en cada paso que doy, 
sin emitir palabra  o pensamiento alguno,
                                   rezo con el alma y el espíritu,                                     
rezo con mis actos desde el amanecer hasta el anochecer.
Mis actos se traducen en mis rezos
y la suma de todos ellos son una bendita oración
en mi caminar.

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